fútbol | primera división

Osasuna coge aire

El equipo aragonés volvió a evidenciar los problemas que tiene para generar juego y ocasiones durante todo el partido

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El conjunto navarro pisó el césped de La Romareda mucho más concentrado que un Zaragoza despistado.

Fruto de ello llegaron dos grandes ocasiones visitantes, en los minutos 4 y 8, por medio de Juan Francisco Torres "Juanfran" y Carlos Reina "Aranda", que dispusieron de sendos mano a mano con el meta local, Javier López Vallejo, y que ganó este último salvando a su equipo de encajar el primer tanto del partido.

Al equipo aragonés le costaba trenzar juego porque nadie era capaz de tomar la batuta con claridad e igualmente los hombres de arriba estuvieron completamente desabastecidos de juego, como no fuera en algún centro aislado.

Ni siquiera la estrategia, que tan buenos resultados le está dando esta temporada, aportó sus frutos a los hombres de "Marcelino" García Toral durante todo el partido.

En medio de la falta de ideas local, y tras dos remates zaragocistas desviados, más fruto del coraje que de otra cosa, apareció el iraní Javad Nekounam, en el minuto 27, para rematar de cabeza un saque de falta en el que se encontraba totalmente solo.

Osasuna aprovecha las debiliades locales

El equipo maño, más por empuje que por criterio futbolístico, logró llevar al Osasuna a las cercanías de su área en los últimos minutos de este primer periodo y tuvo su ocasión más clara en el 34 con un remate de cabeza de Angel Lafita que rechazó con apuros un acertado "Ricardo" López.

Tras el descanso los locales pusieron cerco a la portería foránea, pero sin ocasiones, y superado el minuto 65 la fuerza inicial del Real Zaragoza se diluyó y volvió a ser el equipo plano y sin ideas de la primera mitad facilitando así la labor defensiva de los navarros, bien colocados y que no pasaban por agobios.

El Osasuna incluso llegó más fresco al tramo final del partido y en algunos momentos se permitió hasta el lujo de tocar el balón y mantenerlo con comodidad en su poder ante un rival de la misma liga que ya ha dejado volar puntos de La Romareda frente a oponentes de esta misma consideración.