Jerez

Cuatro protestas revientan el Pleno

El Ayuntamiento pide ayuda a Subdelegación y anuncia «medidas», mientras que el PP acusa al PSOE de «amenazar» a los ciudadanos La alcaldesa lo califica de «muy grave» y recuerda que es «un delito tipificado en el Código Penal»

JEREZ Actualizado: Guardar
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Gritos, bocinas, tambores y hasta petardos. Y la Policía, haciendo la vista gorda a las afueras de un Pleno donde quienes más ruido hicieron fueron, precisamente, los agentes del Cuerpo, que también protestaron sin ningún tipo de control. Las trabajadoras de Sergesa (servicio de ayuda a domicilio), el colectivo de parados y la plataforma por un aparcamiento gratuito en el hospital hicieron el resto en una ensordecedora manifestación que reventó el Pleno y obligó a aplazar los puntos más importantes a una próxima sesión.

Tras sufrir la sesión un retraso de media hora, los políticos conversaban dentro tratando de no inmutarse ante cada explosión. En el interior, los concejales hablaban de recalificar el suelo de Vicasa, de donar los regalos de Navidad a la parroquia de San Rafael o de la tarjeta para discapacitados. Fuera, completaban el 'show' hasta un Papá Noel y coros de villancicos que se adelantaban a la Navidad.

No hubo manera. Al final, las más de cien personas consiguieron su propósito: reventar la celebración del pleno ante la mirada atónita de la oposición. Luego, la alcaldesa justificó que precisamente se comprometió en su día ante ellos a no oponer medidas a la celebración de estas protestas. También culpó a parte de la misma de alentarlas.

Rechazo absoluto

Posteriormente, el gobierno local calificó de «muy graves» los hechos y rechazó de forma contundente «este tipo de actitudes, que lejos de ejercer el legítimo derecho a las acciones reivindicativas, ponen de manifiesto la falta absoluta de respeto a las instituciones democráticas y su funcionamiento».

En una comparecencia especial, la primera edil se rodeó de sus cuatro tenientes de alcalde para hacer bien visible su postura en contra del modo en que se desarrollaron las protestas: «Las formas usadas por algunos colectivos han impedido el normal desarrollo de la sesión, usando la extorsión al tomar como rehenes a la ciudadanía representada en el Pleno».

La alcaldesa jerezana garantizó que situaciones como la de ayer no volverán a ocurrir nunca más: «No podemos ni tenemos que acostumbrarnos a estas situaciones donde todo vale». Por ello, anunció que se elevará un informe a la misma Subdelegación del Gobierno para que adopte las medidas necesarias «a fin de hacer compatible el funcionamiento de las instituciones democráticas con las reivindicaciones particulares».

La máxima autoridad de la ciudad no salía de su asombro y declaraba que «este tipo de imágenes hacen un daño terrible a la ciudad, y sus responsables creen que esto es bueno para sus intereses particulares, pero no lo es en absoluto para un Jerez que se labra un futuro social, cultural y económico digno, con trabajo e ilusión». Por ello, puso el acento en que «esto no representa a la ciudad, la que cada día hace esfuerzos para salir de la crisis que afecta a nuestra sociedad».

«Vamos a seguir pidiendo respeto a las instituciones públicas y democráticas y si los grupos de la oposición no lo hacen, será la soberanía popular la que responda, sobre todo cuando las normas del juego democrático se vulneran con la aquiescencia de algunos», concluyó la alcaldesa.

Por cierto que, durante el Pleno, la regidora subrayó que impedir la celebración del mismo es «un delito tipificado en el Código Penal».

Antes, la portavoz del PP local, María José García-Pelayo, le echó en cara que no haya evitado lo ocurrido, dialogando con los colectivos. Una vez concluida la sesión, se despachó más a gusto, «responsabilizando» a Pilar Sánchez de la situación: «Estos hechos no tienen precedentes y la alcaldesa tiene que reflexionar sobre los problemas de la ciudad y también sobre su falta de liderazgo».

La solución no pasa, aseguró la presidenta del PP local, por «la amenaza desde el Código Penal en la mano, que tendría que haber tendido ante la crispación existente, ya que ésta está provocada por el desempleo y la gestión del PSOE».

García-Pelayo hizo hincapié en la gravedad de que se suspenda un pleno, «algo que no es habitual en los ayuntamientos de España». Por último, destacó que «Jerez necesita un gobierno que escuche y no provoque crispación».

Aplazamiento

Durante la sesión, el edil de IU Joaquín del Valle pidió que se aplazara el punto más importante del orden del día: el dedicado a la revisión de la calificación del suelo de Vicasa. Todos acordaron que así fuera, ante el ruido insoportable.

De lo poco que pudo debatirse durante en la sesión, quedó constancia de la petición del concejal Antonio Conde (IPJ) de que los regalos que reciben los concejales en Navidad se destinen a la Parroquia de San Rafael.

También se dio cuenta de una Resolución de la Alcaldía por la que se adscribe a la misma la Delegación de Comunicación.

Otros puntos aprobados por unanimidad fueron referentes a asuntos económicos, como la cesión de una parcela municipal en la Ciudad del Transporte a la Empresa Municipal del Suelo (Emusujesa).

Ya fuera del Pleno, la presidenta del comité de Sergesa, Encarnación Barrios, explicó que de momento no hay ningún avance en la negociación sobre la resolución del conflicto que afecta al servicio de ayuda a domicilio. Así que el lunes decidirán en asamblea nuevas movilizaciones. Sin duda, la sesión será más recordada por lo que ocurrió fuera de las puertas del Ayuntamiento que por lo de dentro.