El Bizkaia se redime con un gran partido europeo

El equipo de Txus Vidorreta ha distado mucho del que acostumbra a dejarse la mitad de sus opciones en un comienzo abúlico y sin tensión. Hoy, en una pista tan talismán para el Bizkaia como casi inabordable para el resto de equipos que la visitan, la cosas fueron muy diferentes a cómo se está comportando esta campaña el Bilbao Basket, esta tarde sólido, implicado y eficaz como tiempo atrás.

Quizás lo que mejor haya visualizado el cambio de hoy fue la actitud de Damir Markota al comienzo del choque, pleno de agresividad y determinación en ambos tableros.

Muy buen partido en general de los pívot visitantes, curiosamente destacando uno en cada cuarto y siempre dentro de un más que notable trabajo coral de todo el conjunto vasco, que no echó de menos a Janis Blums. Markota brilló en el primer parcial, Salva Guardia en el segundo, Jerome Moiso en el tercero y Marko Banic, máximo anotador de su equipo (17 puntos), en el último.

Junto a ellos, destacable el choque completado por Alex Mumbrú y Javi Salgado, que acabó como único base disponible para su técnico por lesión de Javi Rodríguez. Hasta seis jugadores visitantes sumaron 10 o más puntos de valoración.

El partido empezó con mucha intensidad en ambos equipos, aunque con el Bilbao Basket más asentado y agresivo en el rebote. Así, los visitantes se adelantaron 6-10. Reaccionaron los locales con un parcial de 8-0 para lograr su mayor ventaja del partido (14-10).

El Bizkaia retomó la ventaja al final de los diez primeros minutos (17-19) y la mantuvo en el segundo después de dos empates iniciales (19-19 y 22-22). Se fue luego de 7 puntos (24-31) con un par de triples de Salgado y otro de Paco Vázquez, pero se acercó el Spirou (33-34) y al descanso la diferencia se quedó en 4 (35-39).

Con el inicio del tercer cuarto, los de Vidorreta fueron abriendo la brecha en el marcador (40-53) hasta el último arreón del Spirou (47-53). Un tiempo muerto del de Indautxu arregló las cosas y en el último cuarto los locales no dieron muchas señales de vida hasta que al final su base Jonathan Tabu, con el pívot Wes Wilkinson y el alero Dwayne Broyles los mejores de su equipo, maquilló el marcador final.