Vendaval en el José del Cuvillo

El Portuense se mostró muy efectivo ante Los Palacios, necesitando escasos minutos para hacerse con el triunfo más holgado de la temporada. Los rojiblancos parece que han cambiado las formas y, lo que a principios de temporada le resultaba más difícil de obtener, tal y como eran los triunfos ante su parroquia, ahora lo hacen con absoluta comodidad.

Hace tres jornadas, el Sevilla C salió derrotado de las instalaciones del José del Cuvillo y ayer hizo lo propio Los Palacios. Son cinco goles en dos partidos los obtenidos por los hombres de Javier Manzano y seis puntos que ya dicen mucho de la mejoría ofensiva de los locales. Frente al conjunto palaciego todo fue coser y cantar en tan sólo seis minutos de juego. Los rojiblancos mostraron un buen nivel en la primera parte ante un rival que no demostró casi nada en ese periodo de tiempo.

En los primeros compases, el Portuense, muy arropado en la zona ancha, dejó el esférico a su contrincante para contragolpear. A partir de los 20 minutos, los locales tuvieron que tomar las riendas al ver que Los Palacios se mantenía cerrado en defensa, mientras que Villalustre, que regresaba en la mañana de ayer a la punta de lanza, no lograba evitar las marcas de Antonio Jiménez y Jaime Otón. En cambio, el cambio de estrategia, optando por un juego a ras de suelo buscando a José Antonio y Alberto, sí le dio el resultado apetecible al Racing.

Abrumadora eficacia

Poco antes de la media hora, el Portuense lograba abrir el cerrojo sevillano. Corría el minuto 28 cuando Lolo Prado centró al interior del área y Juanca aprovechó para rematar al fondo del portal contrario. Casi sin respiro alguno, esta vez tras una elaborada jugada, el canterano Alberto le cedió el cuero a Villalustre que, anticipándose al portero Antonio, introdujo el balón en el fondo de las mallas (30').

El éxtasis llegó cuatro minutos tras un lanzamiento de esquina. Una vez más, el capitán Lolo Prado centró, la retaguardia palaciega despejó en corto en el primer palo y Abel Calatayud no desperdició la ocasión para anotar el tercero ante el clamor del graderío.

Todavía quedaban más de diez minutos de la primera parte y todo un tiempo por delante, pero bien se puede decir que ahí terminó el encuentro para los de Javier Manzano. No obstante, el la segunda parte, donde el Portuense jugó en contra del viento, estuvo marcado por un juego completamente anodino.

A fin de cuentas, un excelente resultado para el conjunto de El Puerto, que se separa en tres puntos de la zona de descenso y asciende hasta la zona media de la clasificación. Ahora bien, los porteños no deberían confiarse en exceso, dada la igualdad de la competición en la zona baja de la tabla.

La próxima semana, el filial amarillo espera en un derbi donde la emoción se dará cita.