Sociedad

El 80% de los españoles consume más sal de la aconsejada por la OMS

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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A la dieta española le sobra salero por los cuatro costados. Más o menos se sabía, pero ahora dos estudios auspiciados por el Ministerio de Sanidad le ponen cifras a un asunto serio de salud pública, que va mucho más allá de los hábitos gastronómicos individuales. Resulta que ocho de cada diez españoles consumen al día 9,7 gramos de cloruro sódico, el doble de la dosis saludable recomendada por la Organización Mundial de la Salud, menos de 5 gramos diarios. La sal es uno de los grandes factores de riesgo en la hipertensión y ésta, a su vez, la gran amenaza para las enfermedades cardiovasculares. Sin ir más lejos, uno de cada tres españoles muere por esta causa.

Según los expertos, del total de sodio que ingerimos al día el 8% es el que contienen en origen los alimentos crudos de manera natural, la carne, el pescado, la leche, la fruta y verdura, cereales, etc. El añadido luego voluntariamente a los guisos, las ensaladas, o lo que sea que uno cocine en casa, suma un 20% más. Pero el malo de esta película se esconde en los alimentos procesados, una larga lista donde caben las conservas, los snacks, los embutidos, el queso, los congelados, loa platos precocinados, la bollería y los dulces. Ahí está el gran yacimiento de sal de nuestra dieta, un 72%. Es lo que se conoce como sal oculta.

El embutido -curado o cocido-, el pan normal -tostado o de molde-, los quesos y los platos preparados son, por este orden, las categorías de alimentos procesados con mayor proporción de sodio en su composición.

El listado de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre productos específicos, más de 1.200, precisa además el contenido medio en sal de determinados productos. Las anchoas en conserva casi se salen de la tabla; algunas marcas llegan a un 10,5% de sal en su composición. Les siguen después los embutidos curados, con casi un 4% de media; y las sopas, cremas y caldos preparados o en cubitos, con un 3,5% aproximadamente. Pescados ahumados, aceitunas, surimis, embutidos cocidos, salsas preparadas, aperitivos salados, los distintos tipos de pan, queso, conservas de pescado y fast food les siguen de más a menos en esta clasificación de los alimentos más salados de la dieta habitual de los españoles.

A pesar de que las marcas se esfuerzan en ofrecer cada vez mayor número de variedades bajas en sal de sus productos -más caras-, existe «un gran margen de mejora», señala la OCU. La pelota está en el tejado de los fabricantes, algo lentos a la hora de asumir compromisos voluntarios de este tipo.