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Un caso de espionaje complica el futuro del alcalde de Buenos Aires

Mauricio Macri se ve obligado a destituir al jefe de la nueva Policía Metropolitana a una semana de empezar a funcionar

BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
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A una semana de la entrada en funcionamiento de la Policía Metropolitana, el proyecto más emblemático del alcalde derechista de Buenos Aires, Mauricio Macri, un escándalo de espionaje ilegal ha obligado al mandatario municipal a pedirle la renuncia al jefe de la nueva fuerza. Osvaldo Chamarro es el segundo en ser desplazado de la cúpula del futuro cuerpo en un mes por escuchar conversaciones telefónicas ajenas. El tema se convirtió en una pesadilla para Macri, que aspiraba a ser candidato a presidente de Argentina en 2011 mostrando eficiencia en la gestión urbana.

El empresario conservador entró en la alcaldía de Buenos Aires en diciembre de 2007 y asumió la presidencia del Club Atlético Boca Juniors de febrero a junio de 2008, con las críticas de la oposición por simultanear ambos cargos. Una de las primeras medidas como alcalde fue el despido de 2.400 funcionarios. Y tuvo que soportar, primero, protestas estudiantiles por la falta de calefacción y, posteriormente, una huelga de maestros. El juez federal que interviene en la investigación, Norberto Oyarbide, dijo ayer que en la flamante Policía se había montado «una verdadera Gestapo» y no descartó que entre los espiados estuvieran la presidenta Cristina Fernández y su esposo, el ex mandatario Néstor Kirchner.

Encubrimiento

Los agentes habrían indagado en el patrimonio de la pareja, aunque fuentes de inteligencia nacional no confirman esta versión. Lo concreto es que los informes de las personas espiadas fueron encontrados en el ordenador de Chamorro, lo que obligó al jefe policial a dimitir. Apenas horas después, su antecesor en el cargo, Jorge Palacios, caído en desgracia por el caso de espionaje ilegal, quedaba bajo arresto.

Todo comenzó a mediados de este año, cuando el alcalde de Buenos Aires designó a Palacios, ex oficial de la Policía Federal, para encabezar la Policía Metropolitana, una nueva creación de Macri que estará en la calle el próximo 24 de noviembre con un primer contingente de 800 policías, bien pertrechados y muy bien remunerados, para afrontar la inseguridad.

La novedad quedó enseguida empañada. El fiscal que investiga el atentado contra la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) perpetrado en 1994 -que dejó un saldo de 85 muertos- recordó que Palacios había sido procesado por «encubrimiento» en el sumario del caso. Los familiares de las víctimas respaldaron al fiscal, pero Macri insistió. «Confío absolutamente en su honestidad y en su capacidad hasta el punto de que yo mismo pondría en sus manos la seguridad de mi familia», arriesgó el alcalde. Palacios intervino cuando Macri y también su hermana sufrieron un secuestro con extorsión, de ahí la confianza en sus dotes como jefe de la Policía.