Rajoy se mostró satisfecho por la convención del PP y el futuro de su partido durante la charla que mantuvo ayer con los diarios de Vocento. / ERNESTO AGUDO
ESPAÑA

«Espero que la paz dure 'sine díe'»

Rajoy ve lógico que Camps eligiese asistir a un acto festivo de Ferrari en vez de escuchar su discurso de clausura en Barcelona

MADRID Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy mostró ayer su confianza en que la paz interna firmada hace una semana en el Comité Ejecutivo Nacional del PP y escenificada en la convención celebrada el pasado fin de semana en Barcelona sea para siempre. El presidente de los populares fue tajante sobre el futuro de la concordia: «Espero que (dure) sine díe».

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, tras la reunión del Comité de Dirección ahondó en el mensaje de que la ausencia de ruidos internos no es un espejismo sino el fin de meses de hostilidades y de ventilar las diferencias en los medios. Aseguró que la convención nacional ha dejado «muy claras» dos ideas: que «todos los del PP queremos el partido así, unido y fuerte» y que «el liderazgo indiscutible de Rajoy». Por si había dudas, insistió: «Creo que todos, y digo todos, nos hemos quedado satisfechos con el mensaje de unidad de Barcelona».

Los dirigentes populares, con el líder a la cabeza, no dudaron ayer en salir en tromba y con un mensaje idéntico para taponar de inmediato la primera fisura aparecida en la flamante unidad interna. Quitaron toda importancia a que el presidente valenciano, Francisco Camps, al que el escándalo Gürtel le ha costado un secretario general, un desgaste político y una profunda crisis del partido, no asistiese al discurso de clausura de Mariano Rajoy en Barcelona para poder participar en el circuito de Cheste en una fiesta internacional de Ferrari,en la que fue fotografiado al volante de un descapotable junto a Fernando Alonso, los responsables de la marca y la alcaldesa Rita Barberá.

La disculpa se puede resumir en las palabras del líder del PP andaluz, Javier Arenas: Camps «estuvo donde tenía que estar». Rajoy, Cospedal y Ana Mato, vicesecretaria de Organización, coincidieron en que la fiesta de Ferrari era «un acontecimiento muy importante» para la Comunidad Valencia, un evento de los que proporcionan prestigio, turismo, recursos económicos y puestos de trabajo, razón de sobra para ausentarse de la convención.

El presidente de los populares también rechazó en un 'chat' con los periódicos de Vocento las acusaciones de afán de protagonismo del presidente valenciano, que saludó eufórico durante la vuelta de honor al circuito al volante del deportivo. «Tanto al Rey como a (Jordi) Pujol les he visto en situaciones similares y no pasa nada», comentó.

La dirección del PP no sólo restó toda importancia a la ausencia de Camps, sino también a las de Esperanza Aguirre, que explicó que dejaba Barcelona por la enfermedad grave de un familiar, la mayoría de los dirigentes del partido en Madrid o del ex presidente José María Aznar, quien no acudió a la convención.

Rajoy dio por «superada» la crisis del partido en Valencia y esquivó la pregunta sobre si Camps debería dimitir si surgen nuevas acusaciones de 'Gürtel' con la afirmación de que, «de momento, en Valencia no hay siquiera un sumario abierto».

En la charla con los diarios de Vocento, tuvo palabras conciliadoras hacia el defenestrado secretario general regional, Ricardo Costa, suspendido de forma provisional de militancia y que mañana deberá declarar ante el comité de garantías del partido sobre su expediente disciplinario. Dijo que Costa es «una persona honrada» y que su destitución no se debió a un problema de honorabilidad sino «a unas declaraciones políticas que no debía haber hecho».

Futuro

El líder popular también confía en que los problemas con Esperanza Aguirre, que nunca ha ocultado que se postula como alternativa a Rajoy, y los enfrentamientos de la presidenta regional con Alberto Ruiz Gallardón, son cosa del pasado. Justificó que no tomara medidas contra ellos, pese al reciente escándalo con el pulso mantenido por la presidencia de Caja Madrid, porque «son dirigentes políticos de gran capacidad, muy apoyados por los ciudadanos» y porque «estoy convencido de que en el futuro las cosas van a ser muy distintas».

Rajoy y Cospedal están seguros de que, tras una semana sin peleas internas, el PP ha emergido con claridad ante la opinión pública como la alternativa al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La secretaria general señaló que en la convención de Barcelona «se ha vislumbrado claramente el principio del cambio en España» y el presidente añadió que no va a parar «hasta ganar las próximas elecciones generales». Creen que la alternativa ya está madura porque «la mayoría no está contenta con quien gobierna y prefiere a la oposición».