El suceso se produjo en una sucursal en la que hay poco movimiento de clientes. / C. C.
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Un atracador logra 15.000 euros a punta de pistola

Los hechos ocurrieron a las dos de la tarde en una sucursal bancaria de San Fernando y sin apenas testigos

SAN FERNANDO Actualizado: Guardar
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Dinero rápido. Eso es lo que buscaba el atracador que a las dos de la tarde entró en una sucursal de San Fernando, en la calle de Buen Pastor esquina con la Avenida de la Marina, con la cabeza totalmente cubierta por una especie de pasamontañas y con una pistola para conseguir 15.000 euros.

Pareció en un momento clave en el que había un único cliente y los tres empleados de la entidad -Cajasol- ultimaban los preparativos para cerrar. Según manifestaron fuentes policiales todo ocurrió muy rápido. Tanto que los trabajadores y el testigo directo apenas supieron dar algunos datos descriptivos más allá de lo que ofrecían las cámaras de seguridad.

El tipo de acción es muy similar a los atracos ocurridos en otros lugares de la provincia y al aumento que ha notado la Policía Nacional cuando tales situaciones habían desaparecido casi por completo del mapa delictivo de la provincia. Es por ello que se apunta a la crisis y a la necesidad de dinero como uno de los principales motivos, aunque no está oficialmente confirmado.

Se tratan de atracos rápidos perpetrados por pocas personas y sin experiencia ni estudio previo. Aunque las circunstancias que rodean a este asalto hace pensar en algo de premeditación ya que «se trata de una sucursal muy tranquila en la que apenas hay movimiento de personas, ni bares cercanos ni trajín. Además ha sido a una hora en la que la gente no pasa por aquí pues están esperando a la salida del colegio situado más arriba», reseñaba uno de los vecinos de la zona de la sucursal.

Esta falta de testigos ha hecho que la Policía se centre en las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad, aunque por el momento no han servido de mucha ayuda ya que el supuesto ladrón tenía la cara muy bien escondida y actuó de forma muy rápida preocupado en todo momento por la caja principal de la entidad. Tras lograr su apreciado botín, huyó en un turismo de color gris. La rapidez de los acontecimientos propició que muchos vecinos ni se dieran cuenta de los sucedido y que se enteraran «cuando llegó la Policía». Unos agentes que continúan estudiando el caso en busca de pesquisas que les permitan identificar al atracador.