El Olivillo, a la espera de convertirse en residencia. / M. G.
CÁDIZ

Siete años de despropósitos

El Colegio Mayor Beato Diego que continúa vacío, desde 2002, sigue a la espera de una reforma que llegará cuando la UCA y la Junta alcancen un acuerdo

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Ni siquiera hay fecha para el inicio de las obras. La reforma del Colegio Mayor Beato Diego sigue estando estancada siete años después de que el edificio echase el cierre. Durante más de 2.500 días, la Universidad de Cádiz ha sido incapaz de sacar adelante un proyecto que permitirá la creación de 163 plazas de alojamiento para estudiantes y profesores, así como 106 de garaje. Ni siquiera la mediación de la Oficina de Rehabilitación de la Junta de Andalucía ha facilitado la labor a la institución docente y, hoy en día, está su futuro en sus manos.

Fuentes de la UCA aseguran que el proyecto ya ha sido elaborado y enviado a la Junta de Andalucía, y que es la Administración autonómica la que ahora debe mover ficha. Sin embargo, desde la Oficina de Rehabilitación apuntan que, en la actualidad, sigue estudiándose la forma de financiación, un proceso que lleva ya más de tres meses en marcha y que no parece llegar a su final. Precisamente es la falta de recursos económicos la que ha impedido reabrir las puertas del Beato Diego, pues la institución docente no cuenta en la actualidad con la financiación necesaria para reformar un edificio cuyo coste podría superar los diez millones de euros. En su momento, la UCA barajó la posibilidad de sacar a la venta 40 de las 106 plazas de aparcamiento que se crearán en las instalaciones y que permitirán sacar una importante suma, pues una plaza de estacionamiento en pleno centro de la ciudad se cotiza muy alto. No obstante, no será suficiente para sufragar los gastos de la rehabilitación.

A consecuencia de este cúmulo de despropósitos, el Campus de Cádiz sufre en la actualidad un importante déficit de plazas para estudiantes pues, además del cierre del Beato Diego, hay que sumarle la clausura de la Residencia La Sal, que también dejó a los alumnos sin elección de alojamiento. Sólo la creación de las 18 viviendas dúplex en el Cine Caleta ha permitido cubrir una mínima parte de la demanda durante los últimos años. Ahora, esta demanda crece y la ciudad sigue sin ofrecer soluciones.