Los preservativos constituyen la forma más eficaz de evitar la enfermedad. / LA VOZ
Sociedad

El VIH no entiende de edad

La vía principal de transmisión del virus sigue siendo la sexual, y los descuidos preventivos alcanzan tanto a jóvenes como a mayores de 50 años

COLPISA. ENVIADO ESPECIAL A COLONIA Actualizado: Guardar
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«Hay que seguir trabajando la prevención frente al virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causante del sida y no bajar la guardia, porque grupos de riesgo somos todos». Lo recalcó en Colonia (donde acaba de concluir la 12ª Conferencia Europea sobre Sida) la experta española José Galindo, quien alertó contra los descuidos preventivos en las relaciones sexuales -éstas son ya la principal vía de transmisión- e hizo notar que alcanzan a todos los grupos de edad, tanto jóvenes como mayores de 50 años.

Aunque continúa el progresivo descenso de nuevos casos (los 1.283 diagnósticos de 2008 rebajan en más del 80% el pico de la epidemia entre los años 1994 y 1996), la especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Clínico Universitario de Valencia recordó que se están registrando a la vez varios repuntes relativos en diversos grupos y en distinto grado.

Así sucede con las infecciones relacionadas con la drogadicción, que tras reducirse drásticamente por las medidas para evitar el uso compartido de jeringuillas, aún muestran vaivenes estadísticos y mantienen su relevancia en los nuevos diagnósticos: 16% de los masculinos y 12% de los femeninos en el período 2003-2006.

Mejor no infectarse

Galindo advierte también de la aparente relajación preventiva en ámbitos homosexuales, que en los momentos más duros de la epidemia encabezaron la sensibilización social sobre la necesidad de protección con preservativo y que ahora, sobre todo en jóvenes de 20-25 años, estarían descuidando esa faceta.

Pero no es una cuestión juvenil ni homosexual. Porque paralelamente está llegando a las consultas mucha gente heterosexual de más de 50 años con VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Éste es un colectivo variopinto de hombres separados que buscan nuevas relaciones, mujeres que ya no temen quedar embarazadas y otras personas que en su momento creyeron estar a salvo de la epidemia y ahora no prestan suficiente atención a los riesgos del sexo sin protección.

Ante ese peligroso telón de fondo, los especialistas insisten en el uso del condón, porque la mejor arma contra el VIH sigue siendo no infectarse. Y sugieren poner en su justo término la idea del sida cronificado tras la aparición de los inhibidores de la proteasa en 1996.

Porque siendo cierto que un 80% de casos evoluciona como una patología crónica, también lo es que un 1% de infecciones desemboca en un sida fulminante. Aunque mucho menos que hace una década (en España se llevó 1.315 vidas en 2006, por 5.857 en 1995), «es una infección que mata, tanto por problemas relacionados con la enfermedad como por otros no relacionados con ella», recuerda la experta valenciana. Y además, remacha, «en el mejor de los casos te va a cambiar la vida por completo y te va a llevar a exigir análisis, citas médicas y fármacos, con sus efectos secundarios».