La Balona deja escapar un punto en el Municipal Linense por su tardío despertar

La Real Balompédica Linense continúa en horas bajas. Su juego ha bajado muchos enteros en las últimas jornadas y ayer confirmó que le falta frescura a raudales ante el Recreativo B, un equipo joven y bien ordenado que sacó los colores en muchos momentos a los hombres de Eduardo Vílchez, sobre todo en una primera parte para olvidar de los locales, que no jugaron a nada.

Eso sí, tras el descanso el decorado cambió y la Balona recordó por momentos a la del inicio de competición, pero también constató la excesiva dependencia que tiene en su juego la aportación de Pablo Niño. Cuando el roteño está inspirado la maquinaria albinegra funciona al completo y el equipo parece distinto, pero cuando no está cómodo el partido se convierte en un auténtico galimatías con ausencia casi completa de la creación y excesivos balones a ninguna parte.

El partido de ayer fue un claro ejemplo de ello, con una Balompédica apática, desordenada y casi inerte en la primera mitad que cambió como de la noche al día en la segunda, donde sólo faltó algo de fortuna y un arbitraje imparcial.