El mediático enólogo Robert Parker es la estrella indiscutible del Winefuture Rioja 09. / JUAN MARÍN
ROBERT PARKER CRÍTICO DE VINOS

«Es la gente quien quiere verme en blanco o negro»

La persona más influyente del mundo del vino niega que su gusto responda a un único estándar y asegura que la 'parkerización' es sólo un mito

LOGROÑO Actualizado: Guardar
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Es difícil explicar cómo un crítico de vinos tiene un protocolo similar al de un jefe de Estado, que le lleva a ser recibido por el Rey en su primera visita oficial a España para el Winefuture Rioja 09. La única explicación quizá sea que su sistema de puntuaciones supuso un antes y un después en el mundo del vino y que a partir de ciertas valoraciones de The Wine Advocate, su publicación, los resultados de una empresa con capacidad de distribución pueden mejorar casi instantáneamente en millones de euros. Es Robert Parker, la persona más influyente del mundo del vino, replicado en ocasiones hasta con saña por su influencia en la supuesta uniformidad mundial de los vinos, la llamada parkerización. Él niega la mayor: «Es la gente la que quiere verme en blanco o negro. El vino debe dar placer al beberlo y cada uno puede definirlo de forma diferente. No hay un gusto único, ni tan siquiera yo lo tengo. Amo el vino y me gustan muchos tipos, que además pretendo mostrar a los consumidores».

-¿Qué impresión se lleva de su paso por España?

-Sobre todo me sorprende la fascinante revolución del mundo culinario y vinícola. Se están haciendo unos vinos fantásticos y estoy redescubriendo zonas históricas. Hay un terroir increíble en España. El único problema es que quizás se están produciendo demasiados vinos buenos, de viñas viejas, y hace falta educación para explicar al consumidor la diferencia entre un monastrell de Jumilla, una garnacha de Campo de Borja o un tempranillo de Rioja o Ribera. Soy muy optimista sobre el vino español.

-¿Qué parte de responsabilidad tiene Robert Parker en la revolución mundial del vino de las últimas décadas?

-Es muy sencilla. Desde el principio intenté conocer las distintos peculiaridades de cada zona vitícola. Evaluar cada región y los mejores productores. La gente concienzuda, con integridad, que trabaja por mejorar los vinos es la que realmente ha cambiado este mundo. Yo me limito a intentar transmitir esto a mis lectores de la forma más directa y menos elitista que puedo.

-Cata usted 6.000 o 7.000 vinos al año. Su padre tenía también un gran sentido olfativo. ¿Es genético?

-Tengo un buen sentido del olfato, pero en mi caso creo que es mejor la memoria. Lo de mi padre es curioso porque odiaba el vino. Era cazador y podía oler los ciervos a distancia. Teníamos tres o cuatro perros, de distintas razas, y mi padre los eligió con el olfato. Quizás tenía una nariz demasiado buena, porque cuando empezaba a descubrir la cocina europea me gustaba utilizar el ajo y mi padre me reñía porque no soportaba aquel olor (risas).

-¿Ha perdido facultades después de tantos años?

-Me encanta catar. No me canso nunca. Lo que no sé es si memoria sigue siendo la misma (risas). Si en un momento de mi vida pensara que están disminuyendo mis facultades lo dejaría. Podría vivir cómodamente, pero esto es mi pasión. Me siento como un estudiante y cada añada me emociona. Me encanta, por ejemplo, lo que está sucediendo en España y, aunque ahora quien cata oficialmente es Jay Miller, cada vez que puedo lo hago con él. Me encantan Jumilla, Rioja, Monsant, Priorat... Sigo teniendo pasión por los vinos que me siguen diciendo algo nuevo.

-Internet ocupa un papel cada vez más importante. ¿Se acabó el tiempo de los gurús, como dijo en Logroño Jancis Robinson?

-Creo que siempre va a haber sitio para profesionales independientes. Hay mucha información gratis en la redy personalmente sólo me fío de lo que pago. Hay muy buenos blogs, pero también hay gente que quiere notoriedad para captar anuncios. Yo tengo un blog que, quizás después del de Wine Spectator, es el más visto del mundo. Hay muchos blogs y bloggers, pero siempre las mejores opiniones vendrán de personas formadas e independientes. Si la pregunta es si habrá otro Robert Parker, no lo sé. Quizás tanto yo como Jancis Robinson estábamos en el lugar y en el momento adecuado.

-Se ha cuestionado en Estados Unidos la independencia de The Wine Advocate. ¿Es posible mantenerla cuando sus puntos pueden suponer millones de dólares?

-Por supuesto, cuanto más éxito global tiene algo es más fácil ser independiente. La credibilidad lo es todo y también es la base de nuestro éxito.

-Sorprendió en su cata del jueves la elección de siete vinos de Chatenneuf du Pape, de color y roble moderado. ¿Es realmente el gusto de Parker el vino estructurado, sobremadurado y con maderas nuevas?

- Los Chatenneuf son algunos de mis vinos preferidos y no tienen nada de roble. El tema de las maderas es un mito. Dos de los vinos de ayer (por el jueves) de la cata no me gustaron demasiado por su exceso de madera, pero tenía que ser diplomático. Es la gente la que quiere verme en blanco o negro. El vino debe dar placer al beberlo y cada uno puede definirlo de forma diferente. No hay un gusto único, ni tan siquiera yo lo tengo. Amo el vino y me gustan muchos tipos, que además pretendo mostrar a los consumidores.