«Los liberaremos en dos o tres días si todo va bien»

La liberación de los 36 tripulantes del Alakrana puede estar próxima, aseguran los piratas en una nueva conversación telefónica con este periódico. El anuncio debe tomarse con todas las precauciones ante tales interlocutores, pero el denominado portavoz del grupo que ha capturado el pesquero, llamado Jama, afirma que está en vías de cerrarse un pacto que puede permitir la liberación del atunero «en dos o tres días», incluso sin que los dos piratas detenidos en España sean trasladados por el momento a Somalia.

Según explica, el Gobierno español ha comunicado que el proceso para poder trasladarlos al país africano puede llevar «hasta un mes o dos». No obstante, la maniobra que permitiría desbloquear la situación y no esperar a su regreso para liberar el buque es la mediación de una influyente autoridad somalí. Se trata de un jefe regional que cuenta con la confianza de los piratas y que, afirman, puede cerrar el acuerdo, quizá hoy mismo, con el embajador español en Nairobi, Nicolás Martín Cinto. «Una vez que contemos con esa garantía y si todo va bien liberaríamos el Alakrana y su tripulación en dos o tres días», dijo este representante, que hace las veces de negociador y traductor por su dominio del inglés.

Fuentes somalíes relatan que el mediador es Mohamed Aden, llamado Tiiceeye, que dirige la región de Himin y Heyb. Pertenece al clan Habargidir, subclan Saleebaan, que es el mismo de los piratas. Este hombre ya intercedió en otra situación con rehenes en la que fueron liberados 23 piratas. El portavoz de los piratas explica que llegado el momento esperarían el regreso de sus dos compañeros, con la amenaza implícita de que si al final no vuelven «capturaríamos otro barco español».

«Encauzada»

El cuadro descrito coincidiría con el escenario cautamente optimista del Gobierno español en los últimos días y que incluso llevó al presidente Zapatero a considerar «encauzada» la negociación con una nueva «vía diplomática». También permitiría emplear el tiempo necesario, y sin presión, en completar una salida judicial al problema de los dos piratas arrestados en España. Interrogado sobre si el diálogo incluye o incluirá el pago de un rescate, el portavoz de los piratas lo niega.

Naturalmente, la prudencia es obligada, porque es un escenario muy inestable. La experiencia indica que las negociaciones están llenas de giros, los piratas hablan con varias voces y las conversaciones deben llegar a buen puerto.