Griñán acusa a Arenas de hacer una «política de adjetivos», pero sin ideas

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, acusó ayer al dirigente del PP-A, Javier Arenas, de limitarse a hacer una política «de adjetivos y personalizada» y de falta de propuestas reales, al desconocerse cuáles son las «reformas profundas que tanto pregona» en Andalucía. Por su parte, Arenas consideró que el jefe del Ejecutivo andaluz no ha cumplido ninguna de las promesas hechas en su discurso de investidura, seis meses después de su nombramiento, destacando que «el sectarismo es la salsa de su Gobierno».

Durante su intervención en la sesión de control al Ejecutivo, Griñán dijo que el Gobierno andaluz desconoce cuál es el modelo presupuestario de los populares y también su modelo de reformas.

«Lo único que sabemos es que quieren el poder, pero no nos han dicho qué van a hacer si ganan las elecciones», agregó el presidente, quien afirmó que quedan dos años y medio para las autonómicas y que tiene tiempo «más que suficiente» para cumplir sus compromisos.

El presidente del PP-A, que aseguró que el «sectarismo» es la pauta de comportamiento de Griñán, dijo que éste se ha convertido en seis meses en el «líder de la desigualdad» y en «cómplice de la discriminación» que sufre Andalucía en cuestiones como los planes de empleo o la financiación autonómica. Además, afirmó que ha situado a la Comunidad en una situación «insostenible».

Asimismo, Arenas indicó que no se va cansar de recordar al presidente la «humillación» que, a su juicio, ha supuesto la Disposición Adicional Segunda, conocida como 'deuda histórica'. Y es que, según dijo, se ha producido un «fraude» en la negociación, en los plazos, en la manera de cobrarla y en el destino de la misma.

«Usted se comprometió a que viniera en dinero contante y sonante y a que en 2009 cobráramos un anticipo de 300 millones», afirmó Arenas, quien le preguntó a Griñán «dónde está su palabra».

Para el dirigente del PP-A, el problema «está muy claro» y radica en que Griñán «no manda» y en que no era el candidato del presidente del Gobierno, José Luis Zapatero, como presidente de la Junta de Andalucía. «Y eso lo estamos pagando los andaluces», apostilló.

Por su parte, Griñán consideró que si el PP-A gobernara en Andalucía, privatizaría la educación, no habría libros de texto gratuitos, reduciría las ayudas a la dependencia y el gasto social y paralizaría la investigación con células madre. Sin embargo, Arenas le recordó que en Andalucía el 60% de las plazas para educación infantil son privadas y que sólo el 7% de las plazas de las residencias de mayores son públicas.

Víctimas del terrorismo

Otro de los compromisos de Griñán en el discurso de investidura, según el PP, fue apoyarse en el funcionariado y que, sin embargo, «cada día va más en su contra». Arenas, que consideró una «infamia» que la Junta vaya a destinar 680.000 euros en el Presupuesto para 2010 a los trabajos relacionados con la memoria histórica y tan sólo 80.000 a las víctimas del terrorismo.