Daños mayores

La cancelación por parte de Iberia de más de 368 vuelos, lo que afectará a 40.000 usuarios, a causa de la huelga convocada para hoy y mañana por los tripulantes de cabina vuelve a reflejar las dificultades para conciliar, en determinados sectores de actividad, las reivindicaciones laborales y los servicios que requiere la ciudadanía. En cualquier sociedad moderna, el correcto funcionamiento de los medios de transporte resulta esencial para el adecuado desarrollo de las tareas cotidianas y de la propia economía. La suspensión de tantos desplazamientos, 121 de los cuales eran además de largo recorrido, supone un indudable trastorno para los miles de viajeros afectados. La huelga constituye un derecho legítimo consagrado en la Constitución. Pero su reconocimiento implica también que se trata de una prerrogativa con límites. Algo que no deben olvidar los convocantes, y tampoco Iberia.