Próximo capítulo: reedición de la última asamblea y sanción a los 'blogueros'

La histórica dinámica de convulsión a la que vuelve a abonarse el PSOE local no conocerá tregua en los próximos meses. El enfrentamiento entre blogueros y aparato cada vez provoca más cansancio entre la militancia equidistante pero, además, ha iniciado procesos que no pueden cerrarse en falso ni con toneladas de silencio. Para unos, la situación tiene como origen la incapacidad de los críticos cibernéticos para asumir que perdieron el último congreso local. Para otros, el hermetismo de la dirección socialista en la ciudad y su incapacidad para integrar a todas las corrientes ha creado un conflicto que difícilmente tendrá freno a corto plazo.

De hecho, hay dos episodios que forzosamente han de tener continuidad en lo que resta de año 2009. El primero es el expediente a doce militantes críticos por los comentarios (o faltas de respeto y lealtad, según la dirección) vertidos en un blog. El juicio interno sigue adelante. Según los expedientados, el proceso está lleno de errores e incongruencias. Ya han presentado una gran cantidad de alegaciones, con asesoramiento legal, y están convencidos de que todo quedará en una simple amonestación, en una advertencia sin expulsión del partido. Esa solución sería, para los blogueros, una confirmación de que han sido injustamente maltratados y censurados, por lo que podrían volver a la carga una vez restablecida la normalidad administrativa de su militancia.

Por otro lado, queda pendiente resolver la asamblea del pasado 1 de julio. Los graves defectos de forma que registró han provocado que la dirección regional acepte una impugnación parcial.

La convocatoria, por tanto, tendrá que ser renovada sin las carencias en el control económico y de participantes que se produjeron en la anterior. Cabe deducir que, por tanto, tendrá un desarrollo muy distinto.