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El Deportivo sonroja al Getafe

El equipo madrileño no supo batir a un rival en inferioridad numérica durante gran parte del encuentro (0-2)

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Para intentar arreglar la mala imagen que el Getafe ofreció en el Santiago Bernabéu, donde no pudo ganar pese a jugar con un futbolista más durante casi todo el partido, Míchel volvió a apostar por el ghanés Derek Boateng en las labores de organización. Además, insistió en poner a Manu del Moral en una banda y en sustituir al lesionado Fabio Celestini por Adrián González.

Y es que es extraño ver a Javier Casquero en el banquillo. En los últimos tiempos, eso es normal por Getafe. Uno de los mejores jugadores del club en anteriores temporadas parece no ser totalmente del gusto de su entrenador. Igual que Jaime Gavilán, que no encuentra un sitio en el once. No acaba de cuajar como un titular indiscutible.

Sin ellos, el Getafe, pese a comenzar tocando la pelota hasta límites insospechados, parece que no acaba de coger el suficiente impulso para vencer y convencer con más autoridad. Durante diez minutos, se perdió en un océano de pases de un lado a otro que no acaban en ningún sitio concreto.

Mientras, el Deportivo, agazapado, metía miedo cuando cogía la pelota. Más efectivo que su rival, en dos o tres toques era capaz de crear problemas al Getafe. Así llegó el primer gol, marcado por Mista, que aprovechó un centro del brasileño Filipe Luis desde la banda izquierda. Fue el reflejo de lo que pasaba. Mientras los hombres de Míchel no concretaban nada, los gallegos, en tres pases, hacían mucho.

Gol y expulsión

Pese al tanto visitante, la escuadra "azulona" no se lanzó a por el empate. Siguió a lo suyo, a controlar el partido, pero sin encontrar ningún camino. Éste sólo pudo llegar a balón parado, la única forma con la que parecía asustar el Getafe. Lo hizo Pedro León, que casi marca de córner directo y que puso una pelota en la cabeza de Boateng tras sacar una falta. Desgraciadamente, el ghanés remató con el hombro cuando estaba sólo en el área pequeña.

Entre medias, Riki fue expulsado por simular un penalti y por tocar un balón con la mano. Lotina también tuvo que abandonar el banquillo por una roja directa. El Deportivo jugó desde el minuto 25 sin un futbolista y sin su director de orquesta. Pese a ello, pudo marcar el segundo con una vaselina del mexicano Andrés Guardado, que salió lamiendo la base del poste de la portería defendida por el argentino Óscar Ustari.

Tras el descanso, Míchel movió el banquillo para intentar una reacción de su equipo, hasta ese momento bastante inoperante. Gavilán y Pedro Ríos aparecieron sobre el campo y dieron otro aire al Getafe. A las primeras de cambio Pedro León pudo marcar con una de sus faltas. Después, Gavilán estuvo a punto de batir a Aranzubia con un chutazo desde dentro del área. El Getafe, tenía otro aire. Por lo menos lo iba a intentar con garra.

Un Getafe sin pasión

Pero el Deportivo se encargó de cortar por lo sano ese ímpetu. Lo hizo Filipe Luis, que aprovechó la parsimonia de la zaga getafense para marcar a placer el segundo. Todo parecía hecho para el conjunto blanquiazul. Dos goles de ventaja y con diez, un número que no maneja el Getafe. Entonces, otra cartulina roja complicó la existencia gallega. Sergio se fue a la calle y el Deportivo se quedaba con nueve. Comenzaba un nuevo reto para el Getafe. Contra diez parece no saber jugar. A lo mejor, contra nueve las cosas mejorarían.

Así fue, era inevitable que no hubiera un zafarrancho de combate contra la portería de Aranzubia. Sin embargo, el Getafe no está para nada. Ni siquiera se acercó en el marcador. Apenas disparó a portería pese a su dominio. El Deportivo, contra todos los elementos, se llevó una más que meritoria victoria.