Una de las obras que desarrolla el 'Plan E' en la zona de Las Canteras de Arcos. / A. R.
Sierra

El paro se ceba con la Sierra

La comarca tiene 6.393 parados más que en septiembre del año 2005 Arcos con 4.715 y Ubrique con 3.753 son los que más desempleados soportan

ARCOS Actualizado: Guardar
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Las características de mercado laboral de la Sierra de Cádiz la hacen una zona especialmente vulnerable a situaciones de crisis como la que actualmente está viviendo España. Esta comarca cuenta con una gran dependencia del sector de la construcción; una agricultura que va a menos y no terminar de ser un motor de desarrollo; y una escasa o casi inexistente industria, salvo el caso de la piel en Ubrique. Estas condiciones han provocado que la Sierra haya sufrido una constante pérdida de empleo en los últimos años.

Con estas circunstancias, la zona comenzó a sufrir los efectos de la renombrada crisis antes de que el resto del país empezara a ser consciente siquiera de que ésta se aproximaba. La pérdida de empleos comenzó en la zona hace ya casi tres años y desde ese momento, los 19 municipios serranos han pasado de 9.701 parados a 16.094, lo que supone que actualmente hay 6.393 desempleados más que en septiembre de 2005. Muchas son las poblaciones que han duplicado el número de parados, como Alcalá del Valle, Bornos, Villamartín y Zahara de la Sierra, y otras han contado con subidas de desempleados superiores al 80%, caso de Setenil de las Bodegas y Puerto Serrano.

Las localidades con mayor población de la comarca, Arcos, Ubrique y Villamartín, lejos de tirar del carro del empleo en la Sierra, siendo centros de trabajo para el resto de pueblos, padecen graves problemas de paro. Un total de 4.715 arcenses están sin empleo, de entre los 31.017 habitantes que tiene la localidad; Ubrique le sigue, no muy de lejos, con 3.753 parados cuando cuenta con algo más de la mitad de habitantes, 17.071; y Villamartín, que tiene 12.385 habitantes, cuenta 1.822 desempleados.

En la otra parte de la balanza se sitúa la localidad más pequeña de la provincia, Villaluenga del Rosario (475 habitantes), que no sólo no ha aumentado el número de parados sino que ha pasado de 28 a 27. Subidas cercanas al 30% han tenido localidades como Grazalema, El Bosque y Olvera. Como nota común, se trata de municipios con un desarrollo importante de sus industrias agroalimentarias, tales como las de las chacinas, quesos y aceites, además de contar con un sector turístico en alza.

La puesta en marcha de las medidas anticrisis de los gobiernos central y autonómico ha logrado suavizar el crecimiento del paro en algunas poblaciones, pero no ha sido suficiente para invertir una situación que lleva años castigando a la comarca. Los 19 municipios serranos contaban en septiembre de 2005 con 9.701 desempleados; 10.332 parados en septiembre de 2006; 13.351 desempleados en septiembre de 2007 y 16.094 en septiembre de 2008. La subida del número de desempleados en 12 meses ha sido del 20,54%, del 55,76% en 24 meses y del 65,90% en 36 meses.

Futuro

Además de la mejora general de la economía en el país, que se supone que tendría efectos positivos en la comarca, cada municipio serrano cuenta con sus propios planes para salir de la situación y tratar de que la zona sea cada vez menos vulnerables a momentos como el actual. Estas salidas, generalmente, están relacionadas con un mayor desarrollo industrial, agrícola y turístico.

En Arcos, las esperanzas se encuentran puestas en la zona industrial que Iberdrola y Zona Franca promueven en la barriada de Jédula. La intención de los promotores es la de iniciar la urbanización el próximo año y desde el Ayuntamiento se espera que sirva para dinamizar el empleo. Además, el municipio tiene en cartera varios proyectos de hoteles que se pretende que siga afianzándolo como municipio turístico.

El desarrollo de Ubrique tratan las autoridades que siga estando ligado a un sector que está dando muestras de agotamiento, el de la piel. La puesta en marcha del Centro Tecnológico y la apuesta por la innovación, la tecnología y el desarrollo se espera que mantenga a esta actividad casi artesanal. En el caso de esta localidad, en cambio, el turismo no está generando nuevos puestos de trabajo.

En Villamartín tienen claro que la solución al problema de desempleo debe de llegar de la mano de una agricultura moderna que se hará posible gracias al Riego de los Llanos. Este proyecto también está relacionado con la puesta en marcha del Polígono Agroalimentario para la transformación y aprovechamiento del valor añadido de todo lo que se produzca en los campos de la zona.