La caída de un avión de Interior pone otra vez en la picota a la seguridad aérea rusa

Un avión gigante de transporte Iliushin-76, perteneciente al Ministerio del Interior ruso, se estrelló ayer a las 8.49 hora local (ocho horas menos en España) poco después de despegar del aeropuerto de la localidad de Mirni, en la región de Yakutia (Siberia). Las once personas que viajaban a bordo perecieron en el acto.

El aparato se incendió tras el impacto, pero no provocó víctimas en tierra al caer en una zona completamente despoblada. Los once cuerpos fueron hallados rápidamente por los bomberos y las cajas negras horas después. Una comisión de investigación se encargará de esclarecer las causas del siniestro.

El destino del avión era la ciudad siberiana de Irkutsk. Según el portavoz de Interior, Vasili Pánchenkov, el aparato viró hacia la derecha antes de desplomarse. Recorrió solamente dos kilómetros. Pánchenkov sostiene que las condiciones meteorológicas eran buenas y el cielo estaba despejado.

A comienzos de octubre, otro Il-76 perdió uno de sus cuatro motores en el momento de despegar del aeropuerto de Ivánovo (240 kilómetros al este de Moscú). El incidente no tuvo mayores consecuencias, ya que el piloto logró hacerse con el avión y aterrizar.

Vuelos suspendidos

Entonces se decidió suspender temporalmente los vuelos de estas aeronaves. En marzo de este año, un Il-76 se estrelló en Uganda y, en enero, otros dos chocaron en la pista del aeropuerto de Majachkalá (Daguestán), accidente en el que perdieron la vida cuatro personas.

Los Iliushin-76 son el principal medio de transporte no sólo de las tropas del Departamento del Interior, sino también del Ejército ruso y del Ministerio de Protección Civil. Los equipos de ayuda y salvamento enviados a Indonesia durante el reciente terremoto en Sumatra volaron a bordo del Il-76. Su reputación está seriamente en entredicho, pero Rusia no dispone de otro aparato similar que lo sustituya para el transporte de grandes cargas.