El vandalismo se ha cebado con la flota de Cojetusa. / JESÚS CABELLO
Jerez

Linesur asumirá el servicio de autobuses tras llegar a un acuerdo con Cojetusa

La operación de compraventa tardará un mes en cerrarse El tercer día de huelga se salda con seis lunas de autobuses rotas

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El traspaso de la concesión del servicio de autobuses urbanos de Cojetusa a Linesur es ya sólo cuestión de tiempo y de un último trámite. Lo único que queda ya es que la junta de gobierno local de mañana dé el visto bueno a la operación, una vez que ya el Ayuntamiento tiene el informe del interventor favorable.

Han sido varios meses de duras negociaciones, pero al fin la operación cuenta con todos los parabienes. A partir de mañana, «de un mes a un mes y medio es lo que se tarda en terminar una compraventa de estas características», señaló la delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez. Añadió que el acuerdo entre Cojetusa y Linesur ya está cerrado.

Martínez hizo estas declaraciones en la tercera jornada de huelga de autobuses, en la que los actos de vandalismo se convirtieron en los protagonistas. El malestar por el conflicto no hace sino aumentar conforme pasan los días, algo que ayer se materializó con destrozos en varios vehículos. Fuentes de la empresa confirmaron a LA VOZ que han sido un total de seis los autobuses que han sufrido roturas en los cristales, concretamente dos el martes y otros cuatro ayer.

Desde el comité, lo interpretan como una expresión del enfado generalizado entre los ciudadanos, aunque en cualquier caso aseguran que no es el único problema que están sufriendo. De hecho, los servicios mínimos tampoco pudieron desarrollarse con normalidad en la tercera jornada de paros. «Uno de los conductores, cuyo vehículo fue apedreado, tuvo que volver al garaje y posteriormente a la mutua Fremap (que cubre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) tras sufrir un ataque de nervios», explicó José María Romero, presidente del comité de empresa.

Romero culpa en parte a la «presión policial» que están padeciendo los empleados durante la huelga. Además, relató que un chófer sufrió dolor de espalda, a otro no le funcionaba el letrero del vehículo y tuvo que volver... Un cúmulo de visicitudes que se agravan si se tiene en cuenta que «los mecánicos están de huelga, por lo que sólo se están arreglando las averías urgentes», añadió Romero.

El único profesional dedicado a reparar los desperfectos está «desbordado». Por todo ello, muchos viajeros tienen que esperar al autobús durante intervalos que oscilan entre «los 50 minutos y las dos horas».

Al día con los pagos

Mientras tanto, ayer la alcaldesa, Pilar Sánchez, mostró su preocupación por el conflicto, pero insistió en que el Ayuntamiento «ha cumplido con los pagos». Por tanto, sería la empresa la que estaría incumpliendo con los empleados.

Los trabajadores entienden entonces que «si Cojetusa dice que no cobra y el Ayuntamiento afirma que les está pagando, alguien está mintiendo». Lo que ellos tienen claro es que siguen sin recibir los salarios atrasados.

«El viernes acabaremos esta huelga, pero si continuamos así nos volveremos a reunir la semana próxima y habrá que acordar nuevas medidas, ya que no nos vamos a quedar esperando a que alguien le toque La Primitiva para cobrar», sentenció Romero.

Por su parte, el secretario local de CC OO, José Manuel Trillo, no ocultó su malestar ante la actitud del Ayuntamiento, concretamente de Medio Ambiente, que «ha ordenado a la empresa Urbaser que retire maderas de las explanadas junto al garaje de Cojetusa». Ello ha ocasionado un nuevo episodio de «tensión» entre estos empleados y los de Cojetusa.