Sergio García./ EFE
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García quiere dedicar a Seve el triunfo en Málaga pese a sus grandes rivales

CASARES (MÁLAGA) Actualizado: Guardar
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Se agota la temporada y el golf español confía en que su mejor representante, Sergio García, gane este año un torneo, como el que hoy comienza en Finca Cortesín (Casares): el Mundial Match Play que siempre, desde 1964, se jugó en Wentworth y que ganó Seve Ballesteros en cinco ocasiones.

«Sin duda dedicaría el triunfo a Seve. Sería precioso», indicó ayer García sobre el único español que ha ganado este torneo y que vive día a día luchando contra un tumor cerebral.

Ballesteros nunca perdió una final de este torneo. Imbuido en ese espíritu, García confía en dedicar el triunfo al genio de Pedreña en una competición que ha rescatado Volvo del ostracismo, cuyo sello es genuino (se juega por hoyos y no por golpes) pero que ha sufrido un severo lifting.

El citado lifting de este Mundial, que data de 1964, comienza por la sede, pues ha escapado de las Islas Británicas para recalar en Andalucía, en el campo malagueño de Finca Cortesín.

También son novedades el formato (por grupos) y el número de jugadores (dieciséis), seleccionados mayoritariamente por su puesto en el ránking mundial aunque en la nómina esté, por ejemplo, el australiano Scott Strange, el 168 del mundo y clasificado por ganar el Volvo China Open.

En este Plan Renove no han entrado ni Tiger Woods ni Phil Mickelson, los dos mejores del mundo. Tampoco ninguno de los grandes jugadores norteamericanos, mal que le pese a la organización, excepto el joven de 22 años Anthony Kim.

La ocasión, pues, es óptima para García, todavía en blanco en 2009. El jugador de Castellón asegura que ya está recuperado de la diarrea que dijo que sufrió en Borriol -perdió el título-.

Cabrera destaca también en el Grupo C. El último campeón de Augusta y finalista en la última edición jugada en 2007 en Wentworth regresa con opciones al match play de Finca Cortesín.