Micaela Navarro.
Ciudadanos

La Junta alega que el geriátrico del Santísimo fue inspeccionado desde el año 1997

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Nada convencido salió ayer por la tarde el parlamentario de IU por Cádiz, Ignacio García, de la Comisión de Igualdad y Bienestar Social en el Parlamento donde se debatió, a propuesta suya, qué actuaciones había realizado la Administración regional en el geriátrico El Santísimo de Medina, que saltó a los titulares de la prensa porque sus gestores -unos falsos curas- llegaron a limpiar las cuentas corrientes de los ancianos.

La consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, explicó a los miembros de la comisión que no habían recibido ninguna denuncia que les hiciera sospechar acerca de la gestión que se estaba llevando a cabo en el centro geriátrico. Y que la primera mala noticia la conocieron en septiembre, cuando la Guardia Civil explotó la operación Obreros que supuso el arresto de cuatro personas, entre ellos el llamado padre Pepe, supuesto cabecilla de la trama.

«Han sido todo evasivas. Según la consejera, la prioridad de la Administración es el estado de los ancianos y cómo no habían recibido denuncias, no se realizó ningún tipo de acción. Pero además de los cuidados, a la Junta le debería también importar que esos ancianos que están en plazas concertadas no les saquen el dinero», decía ayer Ignacio García.

El parlamentario le recordó a la consejera que su grupo ya le preguntó por el centro asidonense en mayo del año pasado, cuando los trabajadores tenían problemas con el cobro de sus nóminas. «Esa pudo ser una primera señal». Para, a renglón seguido, asegurar Navarro que el centro había sido sometido a inspecciones periódicas desde 1997. «Aquí radica el problema, qué modelo de inspecciones sigue la Junta. Son controles muy por encima y en muchos casos, avisan antes a los gestores de los centros», dijo García.