CÁDIZ

Santa María se paraliza por la crisis

Las obras de rehabilitación de casi una decena de fincas del barrio se han suspendido por los problemas económicos de las empresas y la escasez de recursos de las administraciones

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María, vecina de la calle Sopranis, se asoma todos los días a su ventana para contemplar los avances que se producen en el barrio. Cuando tiende la ropa, cuando espera ver a su marido llegar de la fábrica o cuando sale al balcón para, simplemente, ver pasar a la gente, María no pierde detalle de todo lo que le rodea. Este hábito lo repite desde hace casi una década, cuando Santa María dejó de ser una zona marginal de la ciudad para iniciar su reconversión en un encantador barrio de Cádiz. Por entonces, los camiones y las grúas convivían con los vecinos, quienes soportaban con esperanza las molestias de unas obras que siempre parecían interminables.

Sin embargo, y en contra de lo que ocurre en otras zonas de la capital, estas obras cumplieron sus plazos y comenzaron a cambiar por completo la fisonomía del conocido barrio de los gitanos, así como la vida misma de los que lo habitaban. Los estrenos, las entregas de viviendas y las inauguraciones se han sucedido sin parar desde aquel importante año 1999 y no ha habido mes en el que Santa María no tuviera como regalo una rehabilitación, una eliminación de infravivienda o una biblioteca.

No obstante, cuando el final se aproximaba y la mala imagen de la zona se reducía a un puñado de fincas en estado deplorable, la crisis se ha adentrado de nuevo por las estrechas callejuelas del barrio para dejar su huella. Santa María se ha paralizado por la crisis y los andamios han cambiado a los obreros por el polvo que levantan los escombros que se encuentran apilados en cada uno de los edificios paralizados. Los ruidos son ahora silencios y la esperanza se ha transformado en pesimismo.

El abandono de las empresas a las que se habían subcontratado estas rehabilitaciones ha sido la principal causa de los parones de las obras que debe acometer la Oficina de Rehabilitación de la Junta de Andalucía. Ha sido el caso del ambicioso proyecto de la Casa Lasquetty, ubicada en los números 7, 9, 11 y 13 de la calle Santa María, donde sus trabajadores dejaron de acudir a su puesto trabajo tras el impago de varias de sus nóminas. La construcción de 16 viviendas en la calle Jabonería también se ha visto afectada por la misma causa, así como las labores en la calle Obispo Félix Soto, 14.

También se encuentran sin comenzar por retrasos en la tramitación técnica los trabajos de demolición de la finca de Plaza de la Merced, 5 y Público, 1 y que podría retrasarse hasta el año 2010. La construcción de las ocho viviendas de Santo Domingo, 29 y 31 tampoco tiene fecha aún.

Asimismo, la falta de presupuesto en las arcas de la Administración autonómica ha obligado a posponer también los acuerdos para la compra de una serie de fincas que serán rehabilitadas. Entre ellas se encuentran Troilo, 1 y 3; Botica 19, 21 y 23; Goleta, 6; Sopranis, 6 y Teniente Andújar, 9.

En vías de solución

No obstante, parece que en estos días podría aclararse el panorama con la asignación de los presupuestos para el próximo ejercicio. Asimismo, la delegada provincial de Vivienda, Silvia López, aseguró que muchas de las obras paralizadas por problemas con las empresas podrían volverse a sacar a licitación en breve, ya que las resoluciones de contrato están a punto de cerrarse de forma definitiva.

Otras fincas que se encuentran a la espera de que se abone la correspondiente expropiación son Merced, 28 y San Juan Bautista de la Salle, 2.

Precisamente es Procasa, la Empresa Municipal de Vivienda, la administración que mantiene en la actualidad más obras en marcha en el barrio. En la actualidad está trabajando en la construcción de viviendas para jóvenes menores de 35 años en la calle Santo Domingo, 25 y 27 y en los números 12, 14 y 16 de Mirador. Además, están pendientes de ser entregadas las fincas de Cantavieja, 1 y Botica, 27.