El Mercado Central vive hoy su jornada de puertas abiertas

Hay curiosidad por saber cómo ha quedado. Muchos habituales de la plaza, que durante meses han tenido que dar codazos para acceder a alguno de los puestos donde solían comprar, podrán ahora pasear a sus anchas por las nuevas instalaciones antes de que abra oficialmente el 14 de noviembre.

El Ayuntamiento ha programado para hoy una jornada de puertas abiertas, para que comerciantes, clientes y curiosos en general puedan recorrer el recinto.

Dentro de los muros rehabilitados del viejo mercado se encontrarán un nuevo edificio, de 11 metros de altura. En el interior se situarán los puestos del pescado, a ambos lados de los dos pasillos que lo recorren.

Por fuera, pero pegados al nuevo inmueble, estarán los fruteros y adosados a los muros del viejo mercado se situarán los carniceros y el resto de gremios (ultramarinos, panadería, encurtidos, etc).

El edificio central nada tiene que ver con el de antes. Dispone de amplios ventanales por los que entra la luz (aunque también hay focos para los días de invierno).

El Mercado original data de 1838 (se terminó en diciembre de ese año) y sólo ha sufrido un par de reformas.

Lo más difícil del proyecto fue recuperar la estructura antigua, por no hablar de la profunda labor de limpieza y casi desescombro (hubo que retirar mucho material, en el cual se incluía hasta muebles). Se han tenido que restaurar las columnas, que son el elemento que más identifica a la plaza.

Han sido dos años de obras y de duras negociaciones con los minoristas del Mercado, agrupados en la asociación Asodemer.

Según el primer teniente de alcaldesa, José Blas Fernández, además del coste general de la obra, se han invertido cerca de 180.000 euros en cada uno de los puestos.

Una vez que se abra el Mercado y se efectúe el traslado, se quitarán las carpas y empezará otra obra: la que permitirá hacer peatonal la calle Libertad, que rodea la plaza. Sólo quedará la zona del arco Garaicoechea para carga y descarga.