Grant Kippen gesticula durante una comparecencia en Kabul. / AP
GRANT KIPPEN DIRECTOR DE LA COMISIÓN DE QUEJAS DE AFGANISTÁN

«La magnitud del fraude es clara»

El político canadiense asegura que la misión en el país asiático ha sido la más complicada que ha realizado en sus treinta años de carrera

ENVIADO ESPECIAL. KABUL Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Grant Kippen respira más tranquilo. El mundo ha mirado con lupa la labor de la Comisión Electoral de Quejas que dirige este canadiense durante los últimos dos meses. En sus manos han estado las denuncias de fraude que finalmente, tras una exhaustiva investigación, han llevado Afganistán a una segunda vuelta en los comicios. Las presiones internas y externas han sido muy fuertes, pero este organismo respaldado por Naciones Unidas ha mantenido su carácter independiente y su informe hizo oficial el pucherazo llevado a cabo por los seguidores del presidente, Hamid Karzai. Con más de treinta años de experiencia en política internacional, el de Afganistán es «el mayor reto» al que se ha enfrentado en su vida.

-Afganistán se va a una segunda vuelta, pero hasta el último instante había serias dudas sobre si Karzai aceptaría su informe.

-Esperaba que la Comisión Electoral Independiente aplicara nuestras conclusiones y acatara las órdenes, como marca la ley. Se ha hablado mucho de los problemas entre nosotros y ellos, entre su carácter afgano y el nuestro extranjero, pero no eran más que rumores. La coordinación entre ambos organismos ha sido siempre correcta.

-¿Qué les dice a quienes le acusan de ser un organismo a las órdenes de la comunidad internacional?

-Que no saben de lo que hablan. La Comisión de Quejas es un órgano electoral afgano, pero en sus estatutos se expresa que tres de los cinco comisarios deben ser extranjeros. Mirando el total de nuestra plantilla se ve que sólo somos un puñado de no afganos; el resto, hasta trescientas personas, es personal local. Sin ellos sería imposible el trabajo de investigación sobre el terreno. Del papel de la comunidad internacional en todo el proceso sólo se puede decir que ha sido de apoyo constante. No existe ninguna injerencia externa, tan sólo ayuda.

-¿Qué ha sido lo más complicado de su trabajo?

-La fuerte presión tanto afgana como internacional para hacer nuestro trabajo bien y lo más rápido posible. Lo hemos comentado en varias ocasiones los expertos que trabajamos aquí y todos coincidimos en que la misión electoral afgana es la más complicada de todas las que hemos llevado a cabo.

-Muchos consideran que su puesto es de alto riesgo. ¿Ha sentido miedo tras revelar el fraude del presidente Karzai?

-Hemos demostrado que somos independientes y nuestro informe muestra la verdadera magnitud del fraude. Es clara. Éste ha sido el resultado final de dos meses de investigaciones. Dado el número de urnas sospechosas, lo esperábamos. Por otra parte, desde el comienzo recibimos muchas quejas. Afganistán es un país en conflicto y lógicamente hay que tomar precauciones, pero nos hemos centrado en el trabajo olvidando otras cosas. La transparencia era fundamental. Si no lo hubiéramos hecho ahora, sí que tendríamos problemas serios.