CÁDIZ

Al elegido, la designación le sorprendió en directo en pleno programa

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José Manuel Romo difícilmente va a olvidar la noche del 20 de octubre de 2009. Y no sólo porque llevara precisamente 20 años esperando pronunciar el pregón, sino porque también en 20 minutos el guión de su programa, La candelería, se fue literalmente al traste. Acompañado por el cofrade Francisco Moscoso y por los periodistas Gema Freire y Francisco Márquez, Romo conoció en directo su designación como pregonero. A partir de ahí, el móvil no paró de sonar y el mundo cofrade quiso mostrarle su más sincera enhorabuena. Entre todos los que entraron en directo, antiguos pregoneros como José Francisco Trigo, hermanos en la fe como Diego Troncoso o Miguel Ángel Moscoso, un joven cofrade que también quiso testimoniarle su alegría. Pero quizás la intervención que más le sorprendió y le emocionó fue la de su prima Isabel, que le recordó que había perdido una apuesta. Los nervios comenzaron a ganar la partida a los anuncios de las convocatorias y al desarrollo normal del programa. Finalizado el mismo, las lágrimas volvieron a aflorar en su rostro para acompañar a la repetida coletilla «es la alegría más grande de mi vida como cofrade». Cerca de la medianoche, en los exteriores de los estudios de Onda Luz todavía se adivinaba la espigada figurada trajeada de un personaje que seguía atendiendo al teléfono móvil, un hombre al que dos horas antes se le veía rodeado de papeles, pero que luego los acabó perdiendo. Ya tendrá tiempo de llenar papeles y papeles para contar vivencias cofrades.