Mario Vargas Llosa acudirá a Jerez para recoger el premio de ensayo

La programación del congreso anual de la Fundación Caballero Bonald tiene esta nueva edición otro aliciente: la presencia de Mario Vargas Llosa para recoger el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald, un galardón que le fue concedido hace apenas unas semanas y que ha premiado su obra El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti (Alfaguara).

Con la visita de este viernes, será la segunda vez que el escritor peruano pise tierras jerezanas, algo que ya hizo para presentar Las travesuras de la niña mala en el año 2006. Fue la delegada de Cultura, Dolores Barroso, la encargada de confirmar ayer su presencia en el complejo museístico de La Atalaya para recoger el galardón.

Tras dar a conocer el fallo -que tuvo lugar el pasado 24 de septiembre en la Casa de América (Madrid)- la fundación empezó a trabajar para que el escritor pudiera recibir en persona el reconocimiento aunque la empresa se vislumbraba bastante difícil, dada la notoriedad del escritor y su apretada agenda de compromisos: «Ahora mismo está en Estados Unidos y viene directamente aquí», aseguró ayer el gerente de la fundación jerezana, Fernando Domínguez.

Expectación

Pequeño se puede quedar el salón de los Museos de la Atalaya el viernes por la mañana (si fuera por la tarde, se desbordarían las previsiones) cuando el titular de la fundación entregue el premio -dotado con 30.000 euros- al autor de títulos tan reconocidos en la historia de la literatura mundial como La ciudad y los perros o La fiesta del chivo. Además de su valía como novelista, no hay que despreciar su calidad ensayística en obras tan sobresalientes como La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary o La verdad de las mentiras: ensayos sobre la novela moderna. Una calidad que revalida este galardón de origen jerezano que cada año incrementa su prestigio.

Según explicó el propio Vargas Llosa al conocer la noticia de su galardón, lo que hace en este ensayo es «investigar la manera en la que Onetti utilizó la ficción como un mundo alternativo» y destacar que «su respuesta a la derrota cotidiana es la imaginación: huir hacia un mundo de fantasía». Caballero Bonald, por su parte, hizo hincapié en que la obra premiada «es un ejemplo de finura y agudeza intelectual».