La Línea

Precintan por segunda vez un local que funcionaba como bingo "clandestino" en La Línea

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La Unidad de Policía Nacional adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía y funcionarios del Servicio de Juegos y Espectáculos de la Consejería de Gobernación han precintado, por segunda vez en lo que va de año, un local del Club Atlético Zabal que funcionaba como bingo "clandestino" en la localidad gaditana de La Línea.

Según explicó la Junta en un comunicado, la Policía ya había ordenado el cierre del recinto el pasado 10 de julio, tras haber comprobado durante junio y julio que en días laborables se reunían allí hasta 100 personas para jugar al bingo, a pesar de que el local carecía de la autorización administrativa para ello. El cierre se ordenó entonces por infracción a la Ley 2/1986 de 19 de abril, de Juego y Apuestas de la Comunidad Autónoma de Andalucía, recordó.

Sin embargo, a pesar de la orden del cese del juego, en horas nocturnas del pasado sábado fueron detectados los organizadores nuevamente celebrando partidas de bingo "ilegal", esta vez con poco más de 100 personas jugando una media de cuatro cartones por persona, a 30 euros cada uno.

Así, la apuesta media por partida era de 80 céntimos, lo que supera en más de cinco veces la mínima apuesta legal. Asimismo, los premios por el bingo igualmente superaban ostensiblemente el mínimo para considerarse juego de entretenimiento familiar.

La inspección

En el momento de la inspección los organizadores intentaron eliminar los rastros de la actividad ilícita, los programas informáticos, bloqueando el ordenador y ocultando la recaudación total de la tarde, actitud secundada por el público participante, que intentó esconder y eliminar los cartones utilizados, todo ello sin éxito.

El local estaba equipado con tres monitores, sistema de megafonía, ordenador y disco duro externo con el programa informático necesario para el desarrollo de las partidas. Todo este material quedó precintado.

En la inspección se incautó un total de 98,6 euros correspondientes a la recaudación de la última partida, 3.363 cartones usados y sin utilizar, así como documentos que reflejan la contabilidad del día, los precios y los premios.

Tras levantar acta y evacuar el local, los organizadores fueron advertidos expresamente de que estos hechos constituyen una infracción "muy grave" y que el incumplimiento de la prohibición de la actividad implica un delito de desobediencia grave a la autoridad.