Rajoy pide al PP que no se ponga nervioso por el 'caso Gürtel'

Cuando las encuestas confirman la hegemonía del PP con una intención de voto claramente en ascenso, Mariano Rajoy no está dispuesto a que la evolución del caso Gürtel en la Comunidad Valenciana pueda interponerse en su camino a La Moncloa. En la reunión del Comité de Dirección de ayer, el líder del partido opositor volvió a pedir la confianza de su dirección para resolver el asunto a su manera y en el momento propicio y pidió tiempo para que Francisco Camps pueda tomar decisiones sin presiones ni injerencias. Eso sí, dejó bien claro que los problemas que puedan causar los populares valencianos son una cuestión accesoria, que no resiste comparación con las expectativas de triunfo que tiene por delante su alternativa política, según los estudios demoscópicos.

La fidelidad del voto al PP y el trasvase de apoyos del PSOE que reflejan las encuestas publicadas en los últimos días, que sólo vienen a confirmar datos similares que manejaba Pedro Arriola desde el mes de julio, fueron el primer motivo importante de satisfacción para el líder del partido opositor desde que ganó las elecciones europeas y Alberto Núñez Feijóo recuperó la Xunta de Galicia.

El caso Gürtel, especialmente en su vertiente valenciana, es el único nubarrón que vislumbra Rajoy en un panorama halagüeño. Pero se propone abordarlo como ha hecho con casos anteriores, como las renuncias de Gerardo Galeote o Luis Bárcenas, a su tiempo y a su estilo. En primer lugar, les dijo a sus directivos que las decisiones que se adopten para resolver este asunto deben ser «justas y razonables» y habrán de aplicarse «en el momento oportuno» por Francisco Camps, que no asistió a la reunión pero que cuenta con su confianza para actuar.

En la reunión del Comité Ejecutivo de ayer quiso que toda la dirección le acompañara en este proceso y recordó que el caso Gürtel afectó a dirigentes de Madrid y fue Esperanza Aguirre quien resolvió cuando consideró pertinente.

Y ayer, ante el Comité Ejecutivo les pidió a sus directivos que le den a Camps el mismo margen de confianza y tengan paciencia con el argumento de que no ha llegado todavía el momento oportuno para tomar decisiones, en la medida en que el informe que destapó las irregularidades todavía no ha sido judicializado. Por lo tanto, les recomendó «no ponerse nerviosos» ni dejarse convencer por los argumentos de los adversarios políticos, que exigen respuestas inmediatas.