Seguridad ante todo

El secuestro del Alakrana por piratas somalíes retrotrae al angustioso cautiverio sufrido por el Playa de Bakio y a las continuadas situaciones de peligro extremo que padecen los pesqueros y buques que cruzan el Índico, sometidos a la presión amenazadora de los delincuentes del mar que siguen logrando sortear los dispositivos internacionales desplegados para prevenir y reprimir sus asaltos. Los nuevos corsarios se benefician de la imposibilidad de poder proteger un océano en su totalidad y cuentan con el impulso imparable del que poco o nada tiene que perder dada la desolación que cubre Somalia. Esta vez han encontrado una presa fácil en un atunero que se había alejado para faenar del área de seguridad que ampara la misión Atalanta de la UE. Lo prioritario en estos momentos es salvaguardar la vida de los 36 tripulantes del barco.