Los obispos decidirán a título personal si asisten a la protesta contra el aborto

La Conferencia Episcopal no ha impartido instrucción alguna a los obispos para que acudan a la manifestación contra la ampliación de la ley del aborto, promovida por el Gobierno socialista, que se celebrará en Madrid el próximo 17 de octubre, convocada por varias decenas de organizaciones. Serán los propios prelados quienes decidan libremente, a título personal, si asisten a la concentración de protesta, según aseveró ayer el obispo auxiliar de Madrid y portavoz de la cúpula eclesiástica, Juan Antonio Martínez Camino. «No ha habido indicaciones sobre esta cuestión. Los obispos son muy libres de actuar como ellos crean que tienen que hacerlo. La Conferencia Episcopal no da normativas ni señala obligaciones en este aspecto, ni ahora ni nunca», dijo el también secretario general del Episcopado, quien afirmó que no sabe si él mismo estará presente, ya que dependerá de sus compromisos.

Pero, presentes o no con los manifestantes en las avenidas céntricas de Madrid por donde discurrirá la marcha, de lo que no cabe duda es de que los obispos la respaldan. De hecho, consideran que tanto la convocatoria como la participación en la misma es «legítima y conveniente», lo que no deja de ser un llamamiento a los ciudadanos para que respalden la manifestación. La Comisión Permanente del Episcopado, que concluyó este miércoles su reunión, estima que con esta manifestación «los fieles laicos responden adecuadamente al desafío planteado, de gran trascendencia moral y social». Entiende el órgano directivo de la Iglesia que harán uso de su derecho a manifestarse pacíficamente «para expresar su desacuerdo con la ley proyectada, que supone un serio retroceso en la protección del derecho de la vida de los que van a nacer, un mayor abandono de las madres gestantes y un daño irreparable para el bien común».

Pacto educativo

Los obispos quieren estar presentes en el pacto por la educación, máxime cuando su presencia en los centros de iniciativa católica es evidente «en todos los niveles de la enseñanza». La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal se declaró a favor de «un gran pacto social sobre la educación», en la línea de la propuesta defendida por el ministro del ramo, Ángel Gabilondo, pero pidió participar en su desarrollo.