Una metamorfosis millonaria

Seis meses después, la mayoría de vecinos de la Avenida de La Música de Chiclana llevan la misma vida que antes del sorteo, pero han podido «tapar algún agujerito o darnos algún caprichito».

Esta popular zona de la localidad se levantaba sobresaltada por la buena noticia el pasado viernes 4 de abril. El número 28.940 había sido agraciado por la diosa fortuna, y muchos de sus vecinos se habían convertido de la noche a la mañana en millonarios.

Acababa de caer una ristra de 92 cupones premiados con 35.000 euros, 5 billetes más dotados con 150.000 euros y un cuponazo de fin de semana dotado con 9 millones de euros a un único cupón.

«Cuando me enteré que me había tocado no podía creérmelo», asegura Bartolo González, uno de los afortunados que compró un décimo y que ya sabe lo que es ser millonario tras formar parte de los agraciados en el mayor premio dado por la ONCE en Andalucía en toda su historia.

En total cayeron casi 13 millones de euros que el destino esparció entre «gente humilde y trabajadora» aquel viernes, cambiando la cara y el equipamiento de muchas familias de la barriada.

«A nosotros el premio nos ha servido para comprarnos un coche nuevo», asegura Joaquín, otro chiclanero premiado en el sorteo que prefiere mantener el anonimato de su apellido.

Con dar una vuelta por La Música uno comprueba que él no ha sido el único en modernizar su flota de vehículos, aunque otros muchos premiados decidieran destinar el dinero a aliviar la hipoteca o pagar algunas trampas.

Los comercios del entorno han notado el incremento de ventas, aunque en algunos casos la crisis puede más que la lluvia de millones. Es el caso del establecimiento especializado en la venta de ciclomotores y bicicletas, Falicar. Su responsable, Manuel Caro, lamenta «no haber visto un duro del premio, ni el día del sorteo ni los meses posteriores», bromea.

La vida resuelta

Pero si una familia en la Avenida de La Música y la zona anexa de El Pilar tuvo suerte de verdad aquel viernes de abril esa fue la de Alfonso, Antonia y sus dos hijos. A ellos les tocaron los 9 millones de euros del cuponazo, el premio gordo, al llevar el número premiado y la serie en su cupón.

«Este chaval era albañil en paro y ahora se ha comprado una parcela para hacerse un chalet a su gusto; él sigue yendo a tomar café todas las mañanas al mismo bar y hace una vida normal». Son las apreciaciones de Juan Sánchez, cliente habitual del quiosco de la ONCE de la Avenida de La Música donde se vendió el 28.940.

En los últimos días este medio ha podido comprobar que en efecto Alfonso sigue viviendo como si tal cosa, aunque con algunos privilegios derivados de ser millonario. «Todo el barrio sabe que lo primero que hizo tras cobrar el premio fue darle 150.000 euros a cada hermano. Hace poco se ha comprado un coche grande, un BMW X5 creo; y a su hijo le ha regalado un deportivo», explica un vecino.

Otro de los sueños que ha visto cumplida esta familia humilde de Chiclana ha sido comprarse un chalet en las cercanías de la playa de La Barrosa; «ahora se lo pueden permitir», bromean algunos.