El Ayuntamiento pide que no se sancione al trabajador y la empresa afirma que las quejas fueron municipales

El Ayuntamiento de Cádiz «lamentó» ayer la polémica suscitada por los mensajes humorísticos del locutor de La Caleta y aseguró, en una nota oficial, que no considera que el caso sea «motivo ni para sancionar ni para abrirle expediente al trabajador». El gobierno local afirma que Protección Civil avisó de los riesgos de confusión que suponía el tono desenfadado de sus mensajes, algo que se le comunicó a la empresa concesionaria Arasti Barca. A pesar de esta aclaración, añade que los hechos son «simpáticos» y que toda la polémica corresponde a un «asunto inocente».

La empresa concesionaria del servicio de socorrismo y megafonía, para la que trabaja el locutor, Arasti Barca reiteró ayer que no ha sancionado al joven Juan García aunque admitió que «no debe decir» chascarrillos por megafonía ya que un servicio público «implica seriedad».

Un portavoz de la compañía aclaró que los responsables de Arasti Barca se han limitado a hablar con el empleado para pedirle que modifique esa actitud.

La empresa afirma que fueron representantes del Ayuntamiento los que denunciaron que «no les gustaba» el humor del locutor y los que pidieron que se le «llamara la atención».