Un niño afgano se dispone a orar junto a carteles electorales de Karzai. / REUTERS
MUNDO

Las etnias decidirán en las urnas afganas

Las últimas encuestas publicadas adelantan que sólo Hamid Karzai y Abdalá Abdalá tienen opción de ganar las presidenciales

| ENVIADO ESPECIAL. KABUL Actualizado: Guardar
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Afganos, comunidad internacional y talibanes tienen marcado en rojo el jueves en sus calendarios. La campaña electoral finalizó la medianoche del domingo. Los candidatos apuraron la última jornada para intentar ganar el voto de los indecisos y el más convincente pareció ser el ex ministro de Exteriores, Abdalá Abdalá, que organizó un mitin multitudinario en el estadio de Kabul, un lugar que hasta 2001 los talibanes usaban para colgar a los condenados a muerte. Esta vez no viajó en helicóptero para acercarse a sus seguidores, pero los M17 le acompañaron desde el cielo para lanzar panfletos en los que se podía leer: «¡Despertad compatriotas, es momento para el gran cambio!». Un mensaje sobre el que los afganos podrán pensar en las próximas 48 horas y cuya efectividad se verá el jueves, de siete de la mañana a cuatro de la tarde, horario durante el que las urnas permanecerán abiertas.

Las últimas encuestas muestran dos candidatos claros al triunfo sobre los 34 restantes: el candidato pastún, la etnia mayoritaria en el país a la que pertenece un 40% de la población, Hamed Karzai, contra el líder de los tayikos, segundo grupo más importante al que pertenece un 27% de los afganos, Abdalá Abdalá. Como ha ocurrido a lo largo de la historia, el mapa étnico vuelve a dibujar el mapa político del país. La gran duda que queda en el aire es saber si alguno de los dos será capaz de superar el 50% de los votos necesario para no tener que acudir a una segunda vuelta.

Un feudo por comunidad

«La capital y el país siguen tan divididos como en los ochenta. Cada etnia tiene su feudo particular y su candidato. Todos hablan de unidad nacional, pero han usado la causa étnica más que en 2005 para intentar ganar votos y esto es muy peligroso, especialmente si tenemos que ir a una segunda vuelta», opina Haroun Mir, director del Centro de Investigación y Estudios Políticos (ACRPS) de Afganistán.

Hazaras y uzbekos son las dos principales minorías en Afganistán y su voto resultará decisivo. Karzai ha logrado acuerdos con los dos grandes líderes hazaras, Mohamed Mohaqeq y Karim Jalili, lo que le garantiza el voto de una minoría harta de la discriminación y cuyos cabecillas vuelven a unirse con el que piensan será ganador para tener mayor presencia en el próximo Ejecutivo.

Política de acuerdos

La estrategia del Gobierno ha sido la de alcanzar acuerdos con los grandes señores de la guerra a cambio de promesas de futuros ministerios y en esta línea también se ha garantizado el respaldo de Qasim Fahim, tayiko y ex titular de Defensa. La nómina de grandes señores de la guerra que apoyan a Karzai se cerró ayer con el regreso desde su exilio turco del general Abdul Dostum, que ante 15.000 seguidores en la ciudad de Shibergan dio las gracias al presidente por haberle facilitado un retorno que le garantiza los votos uzbekos.

Abdalá Abdalá también ha recabado apoyos entre pastunes, hazaras y uzbekos, pero ha desarrollado una campaña más populista. Es toda una incógnita el empujón que puede recibir más allá del de los tayikos, entre los que cuenta con el visto bueno de figuras como Atta Mohamed. Sus viajes a zonas del sur y este han sido multitudinarios, pero sus críticos aseguran que ese respaldo responde más a la comida que repartía entre los presentes que al fervor por su programa político.

«Estamos hablando casi de las mismas figuras que se mataban entre ellos en los ochenta. Ahora al menos hablan y discuten sin usar las armas», reflexiona Haroun Mir, que espera que los viejos fantasmas del pasado no reaparezcan tras la cita del jueves.