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España cede el mando de la Atalanta en aguas "más seguras" que hace 4 meses

El comandante de la fuerza aeronaval hace balace y considera que "ha valido la pena" el esfuerzo

MADRID Actualizado: Guardar
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España cede el jueves el mando de la operación "Atalanta" de la UE para la lucha contra la piratería en Somalia y el Golfo de Adén, y lo hace con la satisfacción de haber realizado una tarea "muy productiva" en unas aguas más seguras que hace cuatro meses. El comandante de la fuerza aeronaval, Juan Garat, hace balace y considera que "ha valido la pena" el esfuerzo en su contribución para acabar con la piratería, aunque su final no se verá "hasta que Somalia sea capaz de fortalecer sus instituciones".

La presencia de unidades navales y aeronavales en la zona ha hecho disminuir "sensiblemente" el número de ataques con éxito en los últimos meses, lo que no quiere decir, asegura Garat, que los piratas "hayan dejado de ser una amenaza real al tráfico marítimo". "Siguen ahí, esperando su oportunidad", ha apostillado. "Gracias al papel que ha jugado España, la seguridad de la navegación en estas aguas ha aumentado significativamente estos últimos meses", de lo que han podido beneficiarse los pesqueros españoles, ha resaltado Garat, jefe de la fuerza aeronaval en la que participa una decena de países.

De las actuaciones desarrolladas en esta misión, Garat destaca la detención de 52 piratas, así como la colaboración en el arresto de otros 22, además de haber dado escolta a una veintena de buques que han transportado 150.000 toneladas de ayuda humanitaria hacia Somalia del programa mundial de alimentos de Naciones Unidas. También han escoltado a medio centenar de buques de especial vulnerabilidad, han patrullado millones de millas del Índico en labores de vigilancia, "trasmitiendo confianza y seguridad", y han acudido a numerosas llamadas de embarcaciones atacadas por piratas.

Las dificultades de los militares

Juan Garat ha subrayado también el alto número de registros de embarcaciones sospechosas, que ha dado lugar a la confiscación de un buen número de armas. Pero la labor de los militares de esta misión -unos 400 en este último cuatrimestre- no ha estado exenta de dificultades, ya que, según ha explicado Garat, el espacio marítimo a proteger es muy amplio y en él se desarrolla un intenso tráfico de barcos, no todos ellos dedicados a actividades legales.

Además, la misión se lleva a cabo bajo una "amenaza pirata siempre al acecho" y "dispuesta a actuar a la menor oportunidad", y con unas "evidentes complejidades legales a la hora de poner a los piratas en manos de la Justicia". Ha opinado Garat que la entrega de los piratas a Kenia está siendo eficaz, aunque los procedimientos son "bastante laboriosos".

Antes de aceptar a nuevos piratas para procesarlos, Kenia exige que haya suficientes evidencias de culpabilidad, por lo que los miembros de la operación "Atalanta" deben hacer acopio de todo tipo de pruebas: testimonios, vídeos, fotografías, informes... También para Kenia "supone un esfuerzo importante", ha agregado Garat antes de asegurar que este país "está tratando de colaborar al máximo dentro de sus posibilidades".