El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (i), y el depuesto mandatario de Honduras, Manuel Zaelya (d), al término de la III Reunión Ordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas. / Efe
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Desacuerdo en la UNASUR por la crisis de las bases colombianas

Hugo Chávez carga contra Bogotá por negociar la presencia militar de EEUU en la región y advierte de que "soplan vientos de guerra"

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La Cumbre de la Unasur ha concluido en Quito sin un pronunciamiento común sobre el acuerdo militar que negocian Colombia y EEUU y que, según el presidente venezolano, Hugo Chávez, puede llevar a una guerra regional. Ecuador ha asumido la presidencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en un panorama de alta tensión regional por el convenio sobre el uso de bases militares en Colombia por parte de EEUU, actualmente en negociación.

Aunque no figuraba en el guión de la reunión celebrada en el colonial Convento de San Agustín, de la que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha sido el gran ausente, Chávez ha provocado el debate sobre las bases para advertir de la posibilidad de un conflicto bélico si EEUU formaliza su presencia militar en Colombia. "Vientos de guerra comienzan a soplar", ha alertado el presidente venezolano, quien se ha quejado ante sus colegas de que la III Cumbre Ordinaria de la Unasur no haya incluido el polémico asunto en su declaración final.

Los cancilleres de la Unasur han decidido no plasmar ningún pronunciamiento al respecto, ante la falta de consenso existente respecto a una propuesta de resolución presentada por Bolivia para que el organismo rechazara la instalación de bases militares extranjeras en la región. Pero sí han acordado convocar una próxima reunión este mes de agosto para que los ministros de Exteriores y de Defensa lo discutan e intenten lograr una postura común.

Preocupación por el acuerdo con EEUU

La enfática intervención de Chávez -que ha llegado a decir que Venezuela se está preparando para esa guerra y ha acusado a Colombia de defender la tesis del ataque preventivo- ha dado pie a que otros presidentes hablaran con preocupación tanto por el acuerdo militar como por la creciente beligerancia en la región. El presidente brasileño, Lula da Silva, ha planteado que la Unasur invite a Estados Unidos "a una discusión profunda" sobre su relación con Suramérica, mientras la argentina Cristina Fernández ha advertido de un "estado de beligerancia inédito e inaceptable" y se ha ofrecido como anfitriona para una Cumbre Extraordinaria de la Unasur en Buenos Aires para tratar este tema con la presencia del presidente Uribe.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha apuntado que es "obligación" de Unasur "salvar al pueblo colombiano de los militares norteamericanos", mientras que el paraguayo Fernando Lugo ha pedido que no se siente a ningún gobernante en el banquillo de los acusados, en alusión a Uribe. En representación de Colombia, su vicecanciller, Clemencia Forero, ha insistido en que en su país no hay ni se van a instalar bases militares extranjeras y ha señalado que la negociación de Bogotá con Washington solo establece un acceso limitado de militares estadounidenses.

Correa asume la dirección

En este ambiente de preocupación, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha asumido la dirección de Unasur con el propósito de profundizar en la integración regional y con el deseo de que Suramérica se convierta en la cuarta región más desarrollada del mundo. Correa ha recibido el testigo de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que ha dirigido el organismo desde la firma de su acta constitutiva en mayo de 2008 y que se ha despedido del cargo encomendando el desafío de consolidar la democracia en América Latina, porque, ha dicho, aún no está logrado. Precisamente, Bachelet ha hecho estas afirmaciones en presencia del depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya, que ha recibido el apoyo de la Cumbre de Unasur con una declaración de condena al golpe de estado en su país.

Correa recibió la dirección de Unasur acompañado de todos los presidentes de los países miembros, a excepción de Uribe, del peruano Alan García, del surinamés Ronald Venetiaan y del uruguayo Tabaré Vázquez. El presidente de Perú, que no tenía previsto asistir a la Cumbre pero sí a la toma de posesión de Correa para un segundo mandato presidencial, no pudo llegar a tiempo pues su avión tuvo que aterrizar de emergencia por problemas técnicos.

La 'Declaración de Quito' aprobada hoy por los jefes de Estado de Unasur alienta a fortalecer la integración regional con figuras como la "ciudadanía suramericana" o la creación de un Consejo Suramericano de Derechos Humanos. Además, con motivo de esta cumbre se ha acordado la creación de los consejos de Infraestructura y Planeamiento, de Lucha contra el Narcotráfico, de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovaciones y de Desarrollo Social.