ESPAÑA

Otras dos furgonetas para nuevos ataques

Los investigadores sospechan que el atentado fue obra del 'comando Vizcaya'

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Las fuerzas de seguridad han pisado a tope el acelerador tras el atentado de Burgos porque parece la confirmación de la sospecha que tenían desde hace más de una semana: que ETA dispone de varias furgonetas-bomba preparadas en Francia para cruzar la frontera e iniciar su particular campaña terrorista de verano. Con los datos de que disponían pusieron en marcha hace días una operación urgente para extremar las medidas de seguridad de todos los objetivos potenciales de la banda, para tratar de detectar los movimientos de los comandos y los vehículos o, al menos, dificultar la realización de atentados. Según las informaciones que parecen corroboradas, la organización criminal podría disponer ya de otros dos vehículos-bomba preparados para atentar.

Las sospechas policiales provienen de la información que obtuvieron el pasado 6 de julio, cuando detuvieron en el sur de Francia, cerca de Pau, a una de las presuntas responsables del aparato militar de ETA, Itziar Plaza, y a dos de sus colaboradores, Asier Borrero y Iurgi Garitagoitia. De la documentación en manos de los detenidos, que se dedicaban al aprovisionamiento militar de los comandos asentados en España, se desprende que existen tres furgonetas (identificadas), robadas en Francia, que el nuevo taller de explosivos de que dispone la banda en el país vecino las habría equipado con potentes artefactos. Los responsables de la investigación en Burgos analizaban ayer los restos de la furgoneta detonada, de forma especial su número de bastidor, para confirmar que el vehículo es uno de los robados en Francia con las placas de matrícula cambiadas.

La técnica habitual de ETA con los potentes coches-bomba consiste en montarlos en Francia, que responsables de la logística militar los desplacen a puntos próximos a la frontera y que miembros del comando asentado en España o sus colaboradores los trasladen a un escondite provisional, en algún punto del País Vasco, o directamente al punto donde quieren hacerlos estallar.

Esta estrategia es la que hace sospechar que los tres terroristas, que colocaron ayer la furgoneta-bomba son miembros del reconstituido 'comando Vizcaya', el único grupo operativo que las fuerzas de seguridad creen que le queda a ETA en suelo español. Se trata de los miembros y colaboradores que lograron escapar hace un año a la redada que terminó con los 'taldes' dirigidos por Arkaitz Goikoetxea y que en la actualidad podrían estar liderados por otro 'liberado' de la organización criminal.