Responsabilidades

Investigaciones que buscan culpables -como en el caso de Rayán- llevan a la práctica de la enfermería defensiva, a tapar los errores médicos por miedo a las represalias y, en definitiva, a poner en peligro la vida de los pacientes.

El hospital Gregorio Marañón haría bien en tomar nota de la industria de la aviación, que cuando adoptó un sistema de investigación abierto de sus amagos de siniestros en el que no prejuzga a los pilotos e investiga todas las circunstancias relacionadas con los accidentes vio reducida considerablemente la tasa de incidentes peligrosos.

Las responsabilidades por la muerte de Rayán no recaen exclusivamente sobre la enfermera, pues si bien toda profesional ha de dar cuenta de su propia práctica, allí confluyeron circunstancias más allá de su control. Habrá que investigar este suceso con neutralidad y humanidad, de lo contrario no vamos a aprender nada. Que esto no vuelva a pasar se lo debemos a la memoria de Rayán.