Astronautas de las misiones Apolo reunidos en una conferencia organizada por la Nasa. / Reuters
40 aniversario

Los astronautas se debaten: ¿Marte o la Luna?

Mientras Aldrin aboga por continuar las exploraciones del satélite y Collins por llegar al Planeta Rojo, Armstrong considera que en la cooperación internacional reside el futuro de las exploraciones

MADRID Actualizado: Guardar
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La cooperación internacional y la posibilidad de que el nuevo objetivo espacial sea Marte han sido las primeras impresiones de los tres primeros astronautas en pisar la Luna. Neil Armstrong, Edwin Buzz Aldrin y Michael Collins, que tal día como hoy pero en 1969 estuvieron en nuestro satélite, se han reunido en el Museo Nacional del Aire y del Espacio de Washington en un encuentro organizado por la Nasa.

Allí, Aldrin ha abogado por continuar las exploración de la Luna mientras Collins ha considerado que deben realizarse todos los esfuerzos por realizar una nueva conquista, la del Planeta Rojo: “Algunas veces pienso que estuve en el lugar equivocado. Marte era mi favorito cuando era niño y hoy todavía lo es", ha confesado. "Me preocupa que el énfasis actual en retornar a la Luna nos lleve a quedar atrapados en una innecesaria maraña tecnológica que retrase durante décadas la exploración de Marte, mucho más valiosa", afirmaba el astronauta.

Armstrong, quien ha evitado entrar en debate, se ha centrado en abogar por la cooperación internacional, para que continúe el avance de la exploración espacial. Para este astronauta a punto de cumplir 79 años, la llegada del hombre a la Luna fue “la competición pacífica definitiva” entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética.

Europa ¡a por Marte!

Aunque Europa no se encuentra preparada para enviar naves o tripulantes propios a Marte, Francia considera que la próxima misión terrícola al espacio debe ir a este planeta, “porque es el que se parece a la Tierra, donde puede que haya habido vida y el que más aportaría desde el punto de vista científico”.

Así lo ha explicado la ministra de gala de Investigación y Educación Superior, Valéry Pécresse, quien se ha mostrado mucho más optimista que la Agencia Espacial Europea (ESA), que ha supeditado cualquier participación del continente, y la ha limitado a la posibilidad de contribuir con el programa estadounidense.

Con todo, Jean Jacques Dordain, el director general de ESA, ha asegurado que "la Luna está a sólo tres días de la Tierra, y tres días era lo que se tardaba en ir de París a Marsella hace poco más de cien años, por lo que no veo razón alguna para no volver a la Luna".

A su juicio, el retorno a la Luna más allá de significar la colocación de una bandera o satisfacer la carrera entre las potencias espaciales, debe estar enmarcado en la utilización del satélite como parte del entorno terrestre. Esto significa llevar a cabo estudios científicos para establecer un sistema de alerta de asteroides o cualquier amenaza, o incluso encontrar recursos, como minerales u otros materiales, que puedan ser trasladados a la Tierra.

En cuanto a la posibilidad de llevar astronautas al satélite conquistado hace 40 años, Dordain ha afirmado que “somos dependientes” de países como Estados Unidos, Rusia o China, razón por la cual apuesta a colaborar con los diversos programas espaciales. “Europa puede aportar tecnologías interesantes en aspectos en los que creo que somos los mejores del mundo”, afirma.