Un helicóptero arroja agua para enfriar el terreno y apagar ascuas. / ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

Se mantiene «estable» el incendio forestal de Sierra de la Plata y se reducen los efectivos

El Infoca mantiene la alerta ante el riesgo de que se aviven los rescoldos del fuego mientras la tranquilidad llega a los residenciales

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«Estable, aunque aún no controlado, y sin riesgo ninguno». Es la situación en la que permanecía ayer el importante incendio forestal que se declaró el sábado en la Sierra de la Plata, en el término municipal de Tarifa, y que ha arrasado ya más de 290 hectáreas de matorral y eucalipto en este entorno natural del Estrecho, cercano a las playas de Zahara de los Atunes y de Bolonia.

Sin embargo, las altas temperaturas y el fuerte viento de levante mantienen vivos los rescoldos y dificultan las labores de extinción de los efectivos del Plan Infoca de la Junta. Aún así, en la jornada de ayer los medios se redujeron a casi la mitad con respecto al día anterior, cuando se declaró el fuego y la situación era más crítica.

De este modo, de los 96 especialistas en la extinción de fuegos que se desplegaron el sábado, ayer trabajaban sobre el terreno sólo 46, en ocho retenes dirigidos por sus respectivos técnicos.

El avance del fuego, en definitiva, se ha paralizado y las llamas son prácticamente a ascuas. Pero desde el Infoca aún no consideran el incendio «controlado» plenamente, y persisten las labores de vigilancia y enfriamiento de la zona para evitar que se reavive el fuego, especialmente en el flanco noreste donde aún existen «puntos calientes».

Para ello, cinco helicópteros y un avión de vigilancia seguían sobrevolando y descargando agua sobre el terreno oscuro y quemado de los montes, donde abundaban los eucaliptos, los alcornoques y el matorral.

El paro del avance de las llamas permitió en la tarde noche del sábado que regresaran a sus viviendas los más de 700 turistas que, de manera preventiva, fueron desalojados del hotel de cuatro estrellas Meliá Atlanterra y los lujosos chalés de la urbanización Jardines de Atlanterra, situados en la ladera de la sierra. Ninguno fue alcanzado por el fuego, gracias a los cortafuegos que se crearon en torno a las viviendas, aunque un intenso humo negro inundó el residencial.

Tranquilidad en el hotel

Ayer en el hotel de cuatro estrellas, el susto, los nervios y los avatares del desalojo hacia Zahara de los Atunes fueron, obviamente, el principal tema de conversación entre los clientes. Pero la incertidumbre del día anterior había desaparecido. Ni siquiera se percibía el intenso olor que suele dejar el humo, gracias a que el mismo Levante que llevó hasta allí la nube negra de cenizas, ventiló ayer el ambiente.

«La situación se ha controlado», explicaba ayer un empleado del alojamiento turístico, que recordaba cómo el sábado sí se vivieron algunos «nervios», «porque la gente veía las llamaradas desde el hotel y el helicóptero cogía agua de la piscina». Aún así, muchos clientes mantuvieron la calma, e incluso algunos «decidieron quedarse en la playa, donde no había riesgo ni orden de desalojo», explicaba este empleado.

La investigación en torno al origen del fuego comenzó ayer de manos de la Policía Autonómica y los Agentes de Medio Ambiente de la Junta. Aunque los primeros indicios, como el lugar de origen del fuego o que tuviese lugar el primer día de Levante, apuntan a que pueda haber sido provocado por el hombre.