Victoria Anna posa a las cámaras en su 25 cumpleaños con la doctora Anna Veiga, con motivo del acto organizado por el Instituto Universitario Dexeus de Barcelona. / Archivo
tratamientos de fecundación

La primera bebé probeta, Victoria Anna, cumple 25 años

España se ha convertido en el tercer país de Europa en la realización de tratamientos de fertilidad, sólo por detrás de Francias y Alemania

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El primer bebé nacido en España con las técnicas de la fecundación in vitro, Victoria Anna, cumple hoy 25 años, tiempo en el que estas prácticas médicas para combatir la esterilidad se han generalizado tanto que ya han facilitado el nacimiento de miles de niños en nuestro país.

Victoria Anna, que ha comparecido esta semana en rueda de prensa para conmemorar el aniversario, dice sentirse orgullosa de lo que representa aunque asegura que vive su vida "con normalidad" sin que este hecho le afecte en lo más mínimo.

En España se estima que el 3% de los nacimientos que tienen lugar en la actualidad se deben a estas técnicas de reproducción asistidas, mientras que en todo el mundo la cifra de las personas concebidas en el laboratorio ya es de 5 millones.

El Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, donde Victoria Anna vio la luz por primera vez en 1984, ya han ayudado a nacer con estas mismas técnicas a 8.000 niños.

España a la cabeza

Nuestro país es actualmente el tercero en Europa con más tratamientos de fertilidad, según el registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), sólo por detrás de Francia y de Alemania.

Según los últimos datos, en 2006 se hicieron 50.299 tratamientos de fecundación in vitro (FIV) y 29.766 de inseminación artificial.

Las tasas de éxito de la FIV hace 25 años en el Instituto Dexeus oscilaban entre el 15 y el 20%, mientras que ahora se sitúan entre un 35 y un 40%, según la edad de la mujer, una tasa mayor a la de la media europea, que es del 30%.

Los retos están ahora en seguir apostando por protocolos de medicación menos agresivos que mantengan las tasas de éxito y que sean más cómodos para la paciente, y promover la preservación de la fertilidad en pacientes oncológicas jóvenes y en mujeres que decidan hacerlo por su situación personal.