Operarios de Dragados Offshore trabajando en uno de los cajones que construyeron para las obras del segundo puente. / ANTONIO VÁZQUEZ
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Dragados Offshore depende del proyecto Castor para tener trabajo en noviembre

La empresa terminará el tramo móvil del segundo puente en cinco meses y este es el único contrato de envergadura disponible a corto plazo

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Algo más de un año ha pasado ya desde que la corporación noruega MPF cancelara el proyecto de construcción de buque que había encargado a Dragados Offshore. Los problemas financieros acuciaron a la firma noruega en los albores de la crisis en la que aún se encuentran inmersas todas las economías. De haber continuado los trabajos, la compañía puertorrealeña de ingeniería civil hubiera tenido carga de trabajo asegurada hasta fin de este año. Sin embargo, la situación dista mucho de ser ésta en la actualidad.

En estos doce meses se ha pasado de los preparativos de construcción de lo que hubiera sido el primer buque de perforación de yacimientos petrolíferos en alta mar a lo que, en comparación, se antojan como tan sólo remiendos laborales; la construcción de dos cajones estancos que forman parte de los pilares sobre los que se sustentará el segundo puente sobre la Bahía; y la ejecución de las obras de lo que será el tramo desmontable de este mismo viaducto.

Suspendido el proyecto del barco perforador, la empresa del Bajo de la Cabezuela obtuvo el contrato de los cajones estancos en apenas unos días. La explicación de esta rápida solución es que la principal firma adjudicataria de la construcción del nuevo puente, Dragados, pertenece a ACS, el mismo grupo empresarial del que Dragados Offshore es filial.

¿Cuáles son las perspectivas actuales de la empresa? En la actualidad sólo se trabaja en el proyecto del tramo desmontable, que da trabajo para los dos centenares de trabajadores fijos de los que consta la plantilla y unos 40 eventuales, según informaron fuentes del comité de empresa. Pero este encargo habrá culminado en noviembre. Así las cosas, a Dragados Offshore le urge hacerse con el contrato de un nuevo proyecto cuanto antes. La solución podría venir de la mano de la construcción de la plataforma del conocido como proyecto Castor.

La adjudicación de estas obras acumula ya un retraso cercano al año. Hace doce meses, cuando la situación era ya preocupante para la compañía del Bajo de La Cabezuela, se aseguró que el contrato de este encargo iba a suscribirse de forma inminente. La empresa promotora, Escal UGS -participada en un 66% por ACS-, estaba pendiente de la declaración de impacto ambiental por parte de la Administración central. Un año más tarde, la situación es la misma.

La firma sigue a la espera de esta cuestión y de otros trámites burocráticos. Fuentes de la compañía castellonense explicaron que aún aguardan la concesión de varios permisos y autorizaciones administrativas. Sin embargo, aseguraron que antes del 31 de agosto se conocerá el nombre de la empresa que se encargará de construir la plataforma. La obtención de este contrato podría suponer un auténtico salvavidas para constructora gaditana.

Según apuntaron desde el comité de empresa de Dragados Offshore, «este proyecto permitiría pasar la crisis» económica. Este trabajo supondría tener la carga de trabajo asegurada durante un año, lo que permitiría enlazar en el tiempo con otros proyectos que la dirección de la compañía espera conseguir y en los que se comenzaría a trabajar en unos doce meses, aunque no ha llegado a trascender de qué obras se trata.

La construcción de esta plataforma alcanzaría picos de trabajo que demandaría la mano de obra de un millar de trabajadores. Éstos serían alrededor de 800 empleados adicionales a la plantilla fija con la que cuenta. Y no sólo eso, sino que se abriría la puerta a otro contrato para Escal UGS. Sería la construcción de los módulos que se instalarían sobre la plataforma para gestionar la bolsa submarina que se utilizaría como almacén de gas natural. Una vez conseguido el contrato, el inicio de los trabajos tendría lugar rápidamente, aseguraron fuentes del comité.

«Lo más lógico»

Los trabajadores de la planta de ingeniería civil del Bajo de la Cabezuela manifestaron su plena confianza en que Dragados Offshore sea la elegida para la construcción de la plataforma. «Sería lo más lógico y lo que más interesa al grupo» ACS, se aseguró desde el órgano de representación de los empleados. Que añadió: «Somos la única empresa española capacitada para hacer este tipo de trabajos». Así las cosas, si Escal UGS no le trasladara este encargo a su empresa hermana, se vería obligada a acudir a compañías del extranjero para acometer la construcción de esta infraestructura flotante.

Otra pequeña baza con la que juega esta industria señera de la Bahía está en conseguir contratos adicionales que le permitan seguir colaborando en la construcción del segundo puente de acceso a Cádiz. Aún no se ha conseguido este encargo, pero el comité de empresa espera que Dragados Offshore sea también la elegida para encargarse del tramo atirantado del nuevo viaducto. Desde cada una de las dos torres principales que formarán parte de esta infraestructura saldrán 88 tirantes -44 por lado-. Cada uno de éstos cables tendrán un diámetro de 20 centímetros. No serán huecos, sino que contendrán 80 hilos interiores cubiertos de cinc que reciben el nombre de torones, algo similar a los delgados hilos de cobre que contienen los cables eléctricos. La adjudicación de estos otros trabajos tendrán lugar después del verano.