El sueño de José Tomás

Anoche durmió en su casa de Estepona frente al mar. Su refugio en el retiro ha sido el descanso del guerrero en las últimas 72 horas. En los últimos días ha bajado el exhaustivo ritmo de entrenamiento que mantiene desde que toreó en León. El lunes mató a puerta cerrada en Valdemorillo cinco toros: dos de Las Ramblas, uno de El Pilar y dos de Núñez del Cuvillo, el último muy malo, por cierto. Otros seis lidió en casa de Joaquín Barral, tres del propio ganadero y tres de Pedro Trapote. José Tomás se ha preparado a conciencia. Física y artísticamente. Los tentaderos de tres horas consecutivas se han sucedido. De seis en seis las vacas. La fincas de Joselito y Álvaro Núñez han sido también escenarios de su puesta a punto. La báscula da 63 kilos para JT. Menos que nunca desde su vuelta.

Hay quienes piensan que no es torero para seis toros alguien que en dos se vacía tanto. Otros argumentan idéntica idea sobre la concepción de que José Tomás no es un torero largo. Seis lidias por las mismas manos exigen variedad. Quizá consciente de sus limitaciones, JT ha ensayado en sus concentraciones preparatorias suertes ajenas a su repertorio habitual. O quites que prodiga poco, como las caleserinas que una tarde conmocionaron Aguascalientes. En Granada practicó con excelencia el toreo a dos manos con ayudados por alto de cierre. Aunque él se explique por lo fundamental, la pureza y la hondura, incluso neopartidarios se empeñan en reducirlo a los estatuarios, las gaoneras y las manoletinas. Ya pasó justo antes de su retirada en 2002 con los tardotomistas.

José Tomás realizará hoy un sueño que nació antes de partir hacia América a finales de 2008. Desde un principio había tres cosas claras en su cabeza: Barcelona, seis toros y el carácter benéfico del acontecimiento. Todo tomó forma con el tiempo. Sus íntimos aseguran que en JT habitan permanentemente inquietudes sociales y sensibilidades altruistas. La imagen choca con esa otra de pesetero que se vende cuando se airean sus pretensiones económicas en Madrid o San Sebastián. Su apoderado, Salvador Boix, separa las historias y matiza: «Siempre dicen que es caro quienes no lo contratan. Pero se trata de una cuestión de dignidad».

Para estructurar la idea benéfica de los seis toros en Barcelona, se ha creado la Fundación José Tomás. Otros matadores como Joselito o El Juli tienen ya la suya propia. El premio Paquiro, dotado con 50.000 euros, ha sido el ingreso inaugural. En la entrega, JT expuso su deuda con México, uno de sus objetivos para «crear futuro».

Los toros que ha de torear fueron aprobados el jueves. Viajaron doce de El Pilar, Victoriano del Río y Núñez del Cuvillo. Ocho se presentaron al reconocimiento y ocho se aprobaron. Los seis que se lidiarán y los dos sobreros. Pero entre los escogidos no se encuentra Bulería, el pariente de Idílico, el toro indultado por JT el 21 de septiembre.

La tarde es una de las más esperadas de la temporada. La expectación se ha desbordado: un texano ha roto los récords de la reventa -tres entradas, 10.000 euros- y una empresa de apuestas deportivas por móvil ha entrado en juego. Ciento cincuenta medios de todo el mundo se han acreditado. El momento es vital para proyectar los focos sobre una Barcelona colapsada por el toreo en pleno proceso abolicionista. La trascendencia de la figura de JT es la culpable.

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