Para Campa, esta es «la crisis de toda una generación, de un tamaño y rapidez espeluznantes». / J. R. LADRA
entrevista | José Manuel Campa

«Aunque tocamos fondo, aún nos queda cierta travesía del desierto»

El nuevo 'cerebro gris' del Ministerio de Economía cree que el PIB español no volverá a crecer hasta mediados de 2010

MADRID Actualizado: Guardar
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Acaba de cumplir su primer mes al frente de la secretaria de Estado de Economía. En su primera entrevista concedida a un medio de comunicación, José Manuel Campa, ‘mano derecha’ de la vicepresidenta segunda Elena Salgado, evidencia que no ha olvidado su reciente etapa como profesor y analista económico. Eso sí, su prudencia y discreción al hablar de algunas cuestiones también hacen ver que no pagará novatadas en su nuevo cargo.

–¿En qué momento de la crisis económica nos encontramos?

–Estamos ante la crisis de toda una generación, con un alcance global, y de un tamaño y rapidez espeluznantes. La desaceleración de la economía a nivelmundial se acentuó en otoño pasado, y sólo ahora estamos empezando a ver señales de que esta presión está disminuyendo un poco. Eso no significa que estemos en crecimientos positivos; simplemente se está desacelerando la tasa de caída. Además, en el entorno financiero mundial, las políticas tan agresivas que han seguido todos los gobiernos y los bancos centrales de apoyo a la banca parece que están teniendo efectos claros y da la impresión de que eso está orientado.

¿Y en el caso de España?

–Nosotros veníamos con unas tasas de crecimiento muy grandes, muy centradas en el sector de la construcción inmobiliaria, con una demanda interna que aumentaba a tasas por encima del Producto Interior Bruto y un sector exterior que contribuía de forma negativa al mismo. Esto se ha revertido bruscamente. Ahora estamos en una situación donde el que contribuye positivamente a nuestro PIB es el sector exterior, en parte por la caída de las importaciones, mientras la que está cayendo brutalmente y con rapidez es la demanda interna.

–¿Podemos afirmar entonces que hemos tocado fondo?

–Hemos tocado fondo en tasas de crecimiento negativo, pero el PIB seguirá cayendo en el segundo y tercer trimestres, aunque a niveles más pequeños. Creemos que después se suavizará esa caída y que volveremos a tasas positivas a principios de 2010.

–Digamos que aún nos queda travesía por el desierto.

–Sí, aún nos queda cierta travesía como la que usted dice. Sujetos a la provisionalidad que rodea toda previsión, esperamos empezar a crecer en términos intertrimestrales sobre el segundo trimestre de 2010, en línea con las perspectivas de la UE. Pero, ¿qué es salir del túnel: estabilizar las tasas de caída o volver a un crecimiento positivo? Si hablamos de lo segundo, tendríamos que esperar hasta la mitad del año que viene.

–Los trimestres pasan y seguimos sin atisbar el tan repetido cambio de modelo productivo. ¿Llegará?

–Nuestro objetivo es salir de la crisis con la mejor tasa de crecimiento potencial amedio plazo posible. Para conseguirlo, esta es una buena oportunidad de hacer reformas estructurales que nos permitan ir a ese cambio de modelo. Creo que hay bastante consenso sobre que el sector inmobiliario no va a contribuir en el futuro como lo hizo en el pasado, y que otros tendrán que aportarmás que antes. Estos sectores, donde el elemento tecnológico será clave, nos permitirán estar más integrados en la economíamundial y, a su vez, ser bastante más competitivos.

–¿Qué reformas tienen previstas para esta legislatura?

–Hay cosas que ya se están haciendo, aunque no se va a notar el impacto de una forma muy tangible. Sus efectos serán más bien a largo plazo. Un ejemplo es la ‘ley ómnibus’, cuyo proyecto acabamos de aprobar y que liberaliza muchas áreas del sector servicios, que supone el 60%de la actividad económica y copamás del 65%del empleo. Hemos sido más ambiciosos de lo que exigía la directiva europea, y lo hemos hecho para fomentar la competitividad y quitar trabas administrativas. Es un proceso complejo, pero reorientará la economía en la dirección adecuada.

–El comercio no está en ese paquete, y precisamente les critican por haberse quedado cortos.

–Si hemos hecho un proyecto específico para el comercio es porque la ‘ley ómnibus’ afecta a tantas partes de la economía que es casi una pesadilla legislativa. Pero no restamos un sólo ápice al peso de un segmento tan importante como es la distribución comercial. Dicho ello, y respetando todas las críticas, creo que la liberalización que se va a introducir en él es suficiente y va en consonancia con lo que dice la Unión Europea.

Más gasto, más impuestos

–¿Hasta dónde llegaría la capacidad de gasto frente a la crisis que le queda al Estado?

–Partíamos de una situación de deuda pública respecto a nuestro PIB muy moderada, y ahora va a subir sustancialmente. El objetivo del Estado es la estabilidad presupuestaria amedio plazo, y dentro de ella cumplir nuestros compromisos con la Unión Europea.

–Después del tabaco y los carburantes, ¿se plantean nuevas subidas de impuestos?

–En primer lugar, quieromatizar que en el tema de los hidrocarburos teníamos que elevar algo la fiscalidad por una convergencia obligatoria con la UE, mientras que en el caso del tabaco nos pareció bien desincentivar su consumo. Dicho ello, resulta innegable que hay una situación presupuestaria difícil y dura, por lo que ahora el interés en recaudar esmayor que antes. Además, no olvidemos que estamos en una situación de presión fiscal a la baja, fundamentalmente porque el ratio de ingresos tributarios con respecto del PIB está cayendo. Todos estos factores nos indicaban que era elmomento adecuado para acometer esas subidas.

–¿Y van a seguir en la misma línea durante los próximos meses?

–Todas las opciones están abiertas en estos momentos. Se ha hecho una propuesta de techo de gasto para 2010 que, con respecto al presupuesto de este año representa un crecimiento negativo, y ahora tenemos que trabajar en los márgenes que existen. El objetivo claro no es subir impuestos, sino conseguir la estabilidad presupuestaria. Muchos de los gastos que tenemos ahora son debidos al ciclo económico negativo como, por ejemplo, el incremento de los costes del servicio público de empleo. Por eso es previsible que a medio y largo plazo se moderen, siempre en función de cómo se recupere la actividad.

–¿Y compensar aumento de impuestos con rebaja de cotizaciones sociales?

–Ese tipo de fórmulas sería más razonable. Ahora bien, la clave es la magnitud y los objetivos que quieras conseguir. Por ejemplo, bajadas de cotizaciones y costes salariales marginales, si van orientadas a grupos específicos y creemos que resultarán útiles en la creación de empleo, pues perfecto; pero si no va a ser así, para qué hacerlas.

–¿Y tocar el IVA?

–Pues algo similar. Si creemos que responde a un entorno que nos va a ayudar a generarmás ingresos, pues perfecto. Pero si en una coyuntura como la actual, en la que el consumo está sufriendomucho con caídas del 4%, encima lo cargamos más, el resultado final es que la recaudación puede ser incluso menor. Por eso hay que mirar bien cuál es el momento adecuado para cada medida, cuándo ayuda a recaudar y cuándo no.

–¿Van a eliminar la deducción fiscal de los 400 euros y el llamado ‘cheque-bebé’ por nacimiento?

–Lo que haremos, con estas y otras medidas en vigor es repensarlas. Aún no tenemos claro si han tenido más o menos impacto en el consumo, ni tampoco si éste hubiera caído más de no haberlas aplicado. Lo que sí es cierto es que, por nuestro apalancamiento anterior, estamos observando que la propensiónmarginal al ahorro de las familias está subiendo sustancialmente, de manera que de la renta disponible que reciben tienden a reservarsemás que hace un año y medio.

Reforma laboral

–El Banco de España y la patronal reclaman una reforma laboral con urgencia. ¿Qué van a hacer?

–Una característica de nuestro mercado, y de nuestra crisis, es que tenemos una capacidad altísima de generar desempleo, y eso es un síntoma de que algo hay que hacer para evitar que esto siga ocurriendo. ¿Eso implica una reforma? Probablemente. Lo que no es razonable es que nuestro mercado de trabajo funcione de una forma tan distinta a otros países europeos, con una tasa de paro tan alta, una temporalidad elevada, una tasa de trabajo a tiempo parcial tan baja y un nivel de economía sumergida relativamente alto.

–¿Está fallando el diálogo social?

–Cualquier diálogo tiene su ritmo, y si se busca el consenso social las cosas no son fáciles, sobre todo en épocas de crisis como la actual.

-¿Tiene el Gobierno algunas reformas laborales ya en mente?

–Más que pensar en reformas concretas, estamos en un análisis integral para identificar todo aquello que genera disfuncionalidades en el mercado laboral y, a su vez, dificulta a la gente desarrollar un modelo vital adecuado. Buscamos crear más empleo, pero también que este seamenos temporal ymucho más sostenible de lo que era antes de la crisis.

–Algunos expertos temen que los cuatro millones de parados actuales sean irrecuperables.

–Como otras cosas, podría ocurrir, pero no es el escenario que vemos más probable desde el Gobierno.