OBRAS. Los operarios trabajan el entorno de la Iglesia Mayor. / C.C.
SAN FERNANDO

Las protestas de los comerciantes aplazan dos meses las obras en un tramo del tranvía

Los trabajos entre La Herrán y General Serrano no se ejecutarán hasta septiembre La Iglesia Mayor apuntala sus muros para evitar que los trabajos dañen el templo

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Las obras del tranvía siguen avanzando a lo largo de la calle Real. Ayer estaba previsto que empezaran en el penúltimo tramo; el que discurre desde la calle General Serrano hasta La Herrán, pero los comerciantes de la zona no dudaron en enfrentarse a los operarios para exigir que pararan las obras. Denunciaron que no fueron avisados de estos trabajos y que éstos, de cara al verano, dañarían gravemente sus negocios. Y tuvieron éxito en su protesta, ya que la Junta paralizará esta obra dos meses.

Los enfrentamientos se produjeron a las 8.30 horas y finalizaron con un acuerdo con el delegado de Obras Públicas, Pablo Lorenzo. Así, tan sólo se instalará la tubería de la red provisional de abastecimiento, al considerarse una actuación «urgente». El acuerdo adoptado garantiza a comerciantes y empresarios que una vez finalizados estos trabajos no se realizarán más obras desde La Herrán a General Serrano hasta septiembre para no perjudicar la actividad de las terrazas de la zona en verano.

No obstante, los trabajos avanzarán a mediados de este mes desde la calle La Herrán hasta Diego de Alvear, quedando en obras casi la totalidad de la calle Real. Desde Obras Públicas explicaron que tras mantener ayer un nuevo encuentro con una representación de los comerciantes y empresarios de la zona, «una vez más vuelve a adaptarse el plan de obra a las demandas de los ciudadanos, tal y como ocurriera durante la campaña navideña, periodo en que se paralizaron los trabajos durante dos meses para no perjudicar la actividad comercial de los establecimientos de la zona en obras».

El comienzo de los trabajos en el entorno de la Iglesia Mayor no cogió por sorpresa a su párroco, el padre Jesús Guerrero Amores, quien esperaba que las obras comenzaran en estos días. «Los muros están apuntalados para que no vuelva a haber desprendimiento, esperemos que hayan contempladola fragilidad del templo», explicó Guerrero

Hay que recordar que, al encontrarse el templo parroquial en trámites de convertirse en edificio calificado como Bien de Interés Cultural (BIC), cualquier trabajo en la zona debe realizarse con el permiso de la Consejería de Cultura y, en ningún caso pueden, hacerse en un radio de nueve metros, algo que no se cumple al estar levantada la calzada justo frente a la puerta de la Iglesia. El Ayuntamiento sí remitió a los vecinos de la zona un escrito en el que les indicaba que no podrían hacer obras en sus fachadas hasta que no culminara el expediente de la Iglesia Mayor.