Milicianos de Ahmadineyad golpean a un seguidor de Musaví. / AP
ELECCIONES EN IRÁN

El grito ahogado de «¡Alá akbar!»

La 'marea verde' de Musaví emociona a los que lucharon por la caída del régimen de los Pahlevi

| TEHERÁN Actualizado: Guardar
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Subidos a las azoteas de los edificios o desde los balcones, Teherán ha recuperado la popular protesta de los años de lucha contra el sha: el grito de «¡Alá akbar!» (Dios es grande). Los vecinos gritan y gritan, el mensaje va de casa en casa, de barrio en barrio, hasta formar un coro que enmudece a cualquier otro sonido de la noche capitalina. Hombres, mujeres, niños, aquellos que no salen a las calles por miedo a la represión policial, protestan desde sus casas de una manera que emociona especialmente a los que vivieron la caída del régimen de los Pahlevi. Otra forma más que la conocida como 'marea verde' del reformista Mir Husein Musaví ha rescatado del baúl de los recuerdos para mostrar su desacuerdo, ante los sorprendentes resultados electorales. Estas son algunas de las claves para entenderlo:

FAVORITO DE JOMEINI

Después de veinte años alejado de la política nacional, el ex primer ministro en los años de guerra con Irak y «favorito de Jomeini», según sus seguidores, anunció el pasado marzo su intención de presentarse a las elecciones. Días después recibió el apoyo absoluto de Mohamed Jatamí y desde ese momento canalizó el voto de los seguidores del carismático clérigo, que son la auténtica base del movimiento reformista.

CADENA HUMANA

El 8 de junio, los seguidores de Musaví planificaron una cadena humana que fuera desde Tajrish a la estación de Rahahan, recorriendo los más de 20 kilómetros de la mítica calle Valiasr. Fue su tarjeta de presentación al mundo y se transformó en una manifestación masiva y pacífica que colapsó esta arteria de la capital.

HUESTES JÓVENES

Un vistazo a los integrantes de esta minirrevolución muestra a un iraní menor de 30 años nacido bajo el mandato de la República Islámica, educado, de clase media y con ganas de lograr mayores libertades sociales. Los jóvenes forman más de la mitad de la población y muchos se sienten atados bajo la mano de hierro de las autoridades.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Facebook, Twitter, correos electrónicos y mensajes de texto han sido los canales de comunicación de los seguidores de Musaví. Su equipo electoral contaba con la base de datos del movimiento de apoyo a Jatamí, 'la tercera ola', con una relación de 400.000 direcciones electrónicas. Las autoridades se dieron cuenta pronto del poder de estas nuevas tecnologías y no dudaron en filtrar las páginas web y suspender las líneas de móviles en la ciudad.

ZAHRA RAHNAVARD

La irrupción en campaña de Zahra Rahnavard, esposa de Musaví, supuso un gesto a las mujeres que veían como, por primera vez, una de ellas asumía funciones de peso en materia política. De haber logrado la victoria, los reformistas pretendían nombrar a dos mujeres ministras por primera vez en la República Islámica.

TOMAR LA CALLE

Contenedores ardiendo, barricadas, bancos con los cristales rotos, lanzamiento de piedras... la ira de los jóvenes explotó la noche del sábado tras conocer los resultados oficiales de los comicios. Una protesta espontánea que las fuerzas del orden, respaldadas por los escuadrones de los voluntarios revolucionarios del Basij, sofocaron de forma implacable.