Sociedad

Llega a las librerías 'Solano', el segundo título de la colección de cómics del 12

| CÁDIZ SUIZA Actualizado: Guardar
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Solano, segunda entrega de la serie de cómic 12 del Doce, editada por la Oficina del Bicentenario 1810-1812 y el Servicio de Publicaciones de Diputación, fue presentado ayer por sus autores, Rafael Marín y Alberto Foche, y por el director artístico de la colección, Ricardo Olivera, Fritz.

Solano, con guión de Rafael Marín, dibujos de Alberto Foche; color de Emilio José Domínguez y prólogo de Alberto Ramos Santana, narra las vísperas de la trágica muerte, el 29 de mayo de 1808, del Gobernador de Cádiz y Capitán General de Andalucía, Francisco María Solano Ortiz de Rozas, un hombre culto y de ideas avanzadas, con gran prestigio como militar que no había cumplido aún los cuarenta años.

Al igual que en el número 1 de la colección, Solano incluye varias tiras del humorista grafico Melchor Prat Mel, y una sección que permite contextualizar la narración del cómic en el marco de los acontecimientos históricos, a cargo de José Joaquín Rodríguez.

Art Basel abrió ayer sus puertas al público, afianzada como la feria de arte de mayor interés para los galeristas, que este año han abandonado la frivolidad y traído consigo sus piezas más preciadas, convencidos de que sólo así atraerán a coleccionistas recelosos en pleno periodo de crisis.

Quedo atrás la tendencia que dominó en los últimos años con el surgimiento de artistas jóvenes y, por ende, de escasa trayectoria, cuyas obras, dominadas por la incitación y la agresividad, alcanzaron precios exorbitantes. Las selectas galerías que han logrado un espacio en esta prestigiosa feria presentan lo mejor que tienen y resulta evidente el retorno a lo «convencional» y el espacio recuperado para la pintura.

Menos provocadora

En cambio han disminuido visiblemente, pero de ningún modo desaparecido, las propuestas excesivamente provocadoras. Los puestos de la primera planta del pabellón principal de Art Basel , donde se presentan las galerías más prestigiosas y poderosas del sector, han optado por ofrecer, como mínimo, obras de artistas bien asentados, de alta calidad y que están cotizados a su justo valor.

Sus obras se codean en muchos casos con piezas de varios millones de dólares, de clásicos modernos que nunca faltan en esta feria como Picasso, Miro, Kadinski, entre muchos otros.

Es notorio que los 300 galeristas que han conseguido un lugar en Art Basel -de los 1.100 que presentaron su candidatura- saben que en esta edición de la feria deben estar preparados para hacer ofertas interesantes a sus clientes.

«Los coleccionistas se toman más tiempo, no se precipitan sobre las galerías y éstas han aprendido a ser más pacientes. Este es el verdadero cambio entre antes y ahora», señaló a Efe a ese respecto la codirectora de la feria, Annette Schönholzer.

Dijo estar convencida de que «las galerías seleccionadas han centrado sus esfuerzos en traer lo mejor de su arte» a esta 40 edición de Art Basel. Así, la idea de llegar a Basilea con lotes de piezas que se venderían costaran los que costarán, lo valieran o no, ha quedado definitivamente atrás, pues aunque las ventas se iniciaron con buen pie, los compradores son menos y todos buscan buenas oportunidades.

El ambiente en general es bueno y no se ha concretado el escenario de catástrofe que algunos temían.