Diez años como 'Mr. Pesc'

Caracterizado por su discreción y por su habilidad diplomática, Javier Solana cumple diez años como Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea. 'Mr. Pesc', como se le conoce en el ámbito internacional, nació en Madrid en julio de 1942. Sobrino del escritor y diplomático Salvador de Madariaga, se licenció en 1964 en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Ese mismo año ingresó en el clandestino Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Aunque ligado a la política, Solana continuó su formación universitaria. Una beca FullBright le abrió las puertas de algunos de las más prestigiosos centros de Estados Unidos, donde tomó parte en las marchas de protestas contra la guerra de Vietnam. En 1971 regresó a España para ocupar una plaza de profesor en la Universidad Complutense pero por poco tiempo. Su carrera política estaba a punto de despegar.

Amigo personal y estrecho colaborador de Felipe González fue elegido durante el XXVII Congreso Federal del PSOE, celebrado en diciembre de 1976, secretario de organización y prensa de la Comisión Ejecutiva. El triunfo electoral del PSOE en 1982 le llevó hasta el Ministerio de Cultura y, tres años más tarde, asumió además las funciones de portavoz del Gobierno. En 1988 ocupó la cartera de Educación y Ciencia y en 1992 reemplazó al fallecido Francisco Fernández Ordoñez al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores, cargo que ocupó hasta 1995.

Durante sus 13 años como ministro. Solana pasó por una de las personalidades socialistas más discretas y dialogantes. El hecho de hallarse volcado a partir de 1992 en las cuestiones diplomáticas le libró del desgaste personal sufrido por muchos de sus compañeros de Gabinete, incluido González, enredados en disputas internas del partido, y en escándalos de corrupción.

Salto a la política internacional: OTAN y UE

A pesar de que su nombre sonó insistentemente como posible sucesor de González, Solana dio el salto definitivo a la política internacional al ser elegido en 1996 secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que paradójicamente se había opuesto a principios de los 80. Su mandato coincidió con una etapa crucial en la historia de la Alianza. En 1997 obtuvo un valioso acuerdo con Rusia que permitió a la Organización ampliarse a los países del antiguo bloque soviético sin que aquel Estado lo considerase un acto hostil. En 1999 decidió enviar tropas a la región yugoslava de Kosovo en la que supuso la primera intervención militar de la organización desde su creación, en 1949.

Ese mismo año cesó como secretario general y tomó posesión como alto representante de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la UE. Reelegido en 2004, al mismo tiempo fue nombrado secretario general del Consejo de la Unión Europea. Con este cargo se ha convertido en la principal cara de la diplomacia europea.