Sociedad

Jesuli de Torrecera y Antonio Domecq, los triunfadores de ayer

El Colorado y San José del Valle acogieron festejos taurinos, con un festival y una corrida de rejones

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
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En San José del Valle se celebró ayer un festival con motivo de la Feria de la localidad. Para ello se jugaron cinco erales de Ruiz Miguel, muy bien presentados, que resultaron de buen juego. Excepto el último, que resultó complicado. Al tercero, se le dio la vuelta al ruedo. En cuanto a los diestros, Francisco Ruiz Miguel cortó oreja; Salvador Vega, oreja. Y Jesuli de Torrecera, dos orejas y rabo. El rejoneador José Luis Cañaveral, oreja. Y cerró plaza Sandra Moscoso que obtuvo dos orejas.

Por otra parte, en la Feria de El Colorado se celebró la tradicional corrida de Rejones. Con más de media entrada, se lidiaron reses de Benítez Cubero. Muy bien presentados, de buen juego en general, salvo cuarto y sexto, que se pararon en el último tercio. Antonio Domecq, dos orejas y dos orejas. Javier Cano, dos orejas y una oreja. Y Manolo Manzanares, una oreja y una oreja.

En este festejo destacó sobre todo la labor del jerezano Antonio Domecq, que llevó a cabo un toreo ecuestre de gran calado, sobre todo con el primero de su lote, donde toreó muy puro y templado. Destacó en un gran tercio de banderillas. En el cuarto, sin embargo, que resultó manso, realizó una labor de muchísima exposición y terminó su labor con un rejón de muerte que le valió cortar los dos trofeos también en este toro. Por su parte, Javier Cano dejó una muy buena impresión en esta comparecencia en El Colorado, ya que llevó a cabo una labor muy valiente y completando un tercio de banderillas donde destacaron pares prendidos al violín. En un rejoneo sobrio pero ágil, donde abundan las piruetas y los adornos. En definitiva, cuajó una muy buena actuación. Manolo Manzanares, que en su cuadro lleva tres caballos de Hermoso de Mendoza, se está fogueando como rejoneador, pero dio muestras de ser un gran caballista. Una buena doma es la base de este joven rejoneador. También colocó buenos pares de banderilla y cumplió con creces, aunque falló en el rejón de muerte y por ello premiado con oreja y oreja.