En el centro de salud de San Telmo, la mesa informativa no dejó ayer de recibir demandas. / ESTEBAN
Jerez

Alrededor de 1.000 personas intentan dejar de fumar en el Distrito Jerez

Profesionales sanitarios atendieron ayer mesas informativas y realizaron cooximetrías a los usuarios en los ambulatorios

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Alrededor de 1.000 personas están intentando dejar de fumar en el Distrito Jerez-Costa Noroeste gracias a los programas de deshabituación tabáquica que se desarrollan en todos los centros de Atención Primaria de Andalucía. Con motivo de la celebración mañana domingo del Día Mundial Sin Tabaco, la administración sanitaria dispuso mesas informativas donde los profesionales atendieron a todos los interesados sobre los beneficios de abandonar este hábito.

«Realizamos cooximetrías -pruebas que determinan los niveles de dióxido de carbono en el aire espirado- e informamos sobre las terapias de grupo y los horarios», explicó la responsable de la Unidad de Tabaquismo del Distrito jerezano, Josefa Rojas. «Nuestras consultas están llenas pero sigue siendo muy importante que los usuarios sepan a dónde dirigirse cuando quieren dejar de fumar», añadió.

Así, estas vías son los centros de salud de cada zona y el teléfono 900 850 300, en el que los usuarios pueden recibir terapia personalizada si no pueden acudir a su centro de referencia. «Todas las semanas se les marcan unos objetivos y se controlan, como los presenciales», indicó Rojas.

En el Distrito Jerez-Costa Noroeste (que abarca las localidades de Jerez, Sanlúcar, Chipiona, Trebujena y La Barca) hay, al menos, un médico y un enfermero encargados de coordinar las terapias y organizar las sesiones (el tratamiento incluye cinco sesiones y controles a los seis meses y al año de haber abandonado el tabaco) y de atender individualmente a los usuarios. «No hay ningún caso en que una persona no pueda dejar de fumar. Hay diferentes maneras de hacerlo y los profesionales sanitarios ayudarán al fumador a encontrar la más adecuada para sus circunstancias», animó la responsable.

El programa de deshabituación tabáquica de la Consejería de Salud comenzó en 2006 y son muchas las personas que han recurrido a este servicio para dejar de fumar. «En la franja de edad de los 25 a los 44 años, un 43% de la población es fumadora. Son los más numerosos y le siguen las personas entre 45 y 54 años y los de 16 a 24, con un 33,43%», detalló. «Aunque todavía es pronto para alegrarnos y hay que seguir trabajando, parece que la tendencia de los más jóvenes es empezar a fumar más tarde o no empezar».

En horas

Dejar de fumar puede proporcionar una considerable mejora de la salud tan sólo en unas horas. Según indican los especialistas, a los 20 minutos del último cigarrillo, la presión arterial y el ritmo cardíaco se normalizan, a las ocho horas aumenta el oxígeno en sangre y disminuye el nivel de dióxido de carbono.

A los tres días de haber dejado de fumar, la persona tiene la sensación de que respira mejor y empieza a recuperar los sentidos del olfato y el sabor. «Consideramos que una persona es ex fumadora al año de haber consumido el último cigarrillo. Después de un año sin fumar, se reducen mucho las posibilidades de una recaída», concluyó Rojas.